El domingo, el periódico Sunday Times, tituló en tono filosófico en su portada: "Es tiempo de dejarlo ir".
"La familia debe liberarlo para que Dios pueda hacer lo suyo. Deben liberarlo espiritualmente y poner su fe en manos de Dios", dijo al diario su viejo amigo y combatiente en la lucha contra el apartheid Andrew Mlangeni. "Una vez que la familia lo libere, el pueblo de Sudáfrica la seguirá", agregó.
Según el parte oficial, la salud del exmandatario, que convalecía en su residencia de Houghton, se deterioró el sábado y su estado actual es “serio pero estable”.
El comunicado de la presidencia sudafricana añade que Mandela “está recibiendo atención especializada y los médicos están haciendo todo lo posible para que mejore”.
La salud del expresidente se deterioró en los últimos años, y esta es la cuarta ocasión en que es hospitalizado. La última vez había sido en marzo pasado cuando recibió tratamiento intensivo durante 10 días por el mismo padecimiento.
Su última aparición en público fue durante la Copa Mundial de Fútbol 2010, que tuvo por sede Sudáfrica.