Una manifestación pacífica, celebrada en la ciudad de Los Ángeles (California) terminó en violencia.
La protesta, que criticaba la muerte de un inmigrante guatemalteco a manos de un policía, se tornó violenta después que algunas personas lanzaran botellas y cajas de plástico a los policías antimotines.
La manifestación, que tuvo lugar cerca del Parque MacArthur, un sitio con una extensa población de centroamericanos, fue impedida por la autoridades de la ciudad, ya que no fue autorizada y fue declarada como ilegal por la policía.
Algunos manifestantes fueron dispersados, pero otro grupo, más reducido, permaneció y causó problemas al enfrentarse a los uniformados.
Según el vocero policial Gregory Baek, se realizaron algunos arrestos.
Los manifestantes se reunieron para criticar, lo que llamaron “uso indebido de la fuerza” después que un policía disparará contra Manuel Jamines, un trabajo de la construcción de 37 años de edad.
Según la policía, Jamines fue confrontado por policías en bicicleta y este amenazó a los uniformados y "uno de los policías tuvo que dispararle al sospechoso", dijo el teniente Andrew Neiman.
La policía realizó varios arrestos, informó Baek y precisó que el número total será conocido una vez que se concluyan las fichas de los sospechosos.