Las evacuaciones de civiles en zonas del este de Ucrania son un imperativo, han indicado autoridades del país, un día después de que un ataque con misiles matara al menos a 52 personas en una estación de tren.
Los miles que allí estaban al momento del ataque trataban de salir de la región cada vez más vulnerable antes de un esperado ataque ruso.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, exigió una dura respuesta global al ataque el viernes a la estación de tren en Kramatorsk, calificándolo como la más reciente señal de crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas y con la esperanza de alentar a los partidarios occidentales a intensificar su respuesta para ayudar a su país a defenderse.
“Todos los esfuerzos mundiales estarán dirigidos a establecer cada minuto quién hizo qué, quién dio qué órdenes, de dónde provino el misil, quién lo transportó, quién dio la orden y cómo se acordó este ataque”, dijo Zelenskyy en su discurso de video nocturno, elevando con ira su voz.
El ataque provocó la condena generalizada.
Rusia negó ser responsable del ataque. Entre los muertos había cinco niños y decenas de personas resultaron gravemente heridas.
Las fotos tomadas después del ataque mostraban cadáveres cubiertos con lonas impermeables y los restos de un cohete pintado con las palabras en ruso: "para los niños".
El gobernador, Serhiy Hayday, afirmó que es urgente la necesidad de evacuar a más personas de la región de Lugansk, en el este de Ucrania, ya que los bombardeos han aumentado en los últimos días y han estado llegando más fuerzas rusas.
Hayday dijo que alrededor del 30 por ciento de los residentes aún permanecían en ciudades y pueblos de la región y se les había pedido que evacuaran.
Rusia está "reuniendo fuerzas para una ofensiva y vemos que la cantidad de bombardeos ha aumentado", dijo Hayday a la televisión ucraniana este sábado.
Ucrania ha estado advirtiendo cada vez más que Rusia planea intensificar sus ataques en el este y el sur del país después de retirar las tropas de las áreas al norte de la capital, Kiev.
Otros funcionarios ucranianos también dijeron que los bombardeos habían aumentado en la región en los últimos días a medida que llegaban más fuerzas rusas.
“Los ocupantes continúan preparándose para la ofensiva en el este de nuestro país con el fin de establecer el control total sobre los territorios de las regiones de Donetsk y Lugansk”, dijo el sábado el Estado Mayor General de las fuerzas armadas de Ucrania.
Estados Unidos dijo esta semana que Moscú probablemente planea desplegar decenas de miles de soldados en el este de Ucrania.
Rusia estaba enfocando su ofensiva, que incluía misiles de crucero lanzados por sus fuerzas navales, en la región oriental de Dombás, dijo el Ministerio de Defensa británico en una sesión de información de Inteligencia correspondiente a este sábado.
El informe británico indicó que se esperaba que los ataques aéreos aumentaran en el sur y el este, ya que Rusia busca establecer un puente terrestre entre Crimea, anexada por Moscú en 2014, y Dombás, pero las fuerzas ucranianas estaban frustrando el avance.
Huir, la alternativa
La compañía ferroviaria estatal de Ucrania dijo en un comunicado que los residentes de la disputada región del Dombás, donde Rusia ha vuelto a concentrar sus fuerzas después de no poder tomar la capital ucraniana, Kiev, podrían huir a través de otras estaciones de tren el sábado.
“Los ferrocarriles no detienen la tarea de llevar a todos a un lugar seguro”, dijo el comunicado en la aplicación de mensajería de Telegram.
La viceprimera ministra Iryna Vereshchuk dijo además este sábado que se habían acordado 10 corredores humanitarios para la evacuación de personas en todo el país, incluso para que las personas abandonen la sitiada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur. Se les conminó a que lo hagan en transporte privado.
Reacción de Estados Unidos y aliados
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reaccionó en Twitter y lo calificó como "otra horrible atrocidad más cometida por Rusia, golpeando a civiles que intentaban evacuar y ponerse a salvo".
El gobierno francés lo calificó de "crimen contra la humanidad" y el primer ministro británico, Boris Johnson, lo describió como "inconcebible".
[Con información de RFE/RL, AP, Reuters y AFP]
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