El máximo tribunal estadounidense escuchó los argumentos de parejas que piden que los matrimonios entre personas del mismo sexo se legalicen en todo el país.
“En este momento no estamos pidiendo que nos den más derechos que a nadie, simplemente que nos den los mismo derechos para podernos casar”, dijo a la Voz de América la activista Candy Cintrón-Hernández
Candy y su esposa Lena se casaron en Virginia, uno de 36 estados que actualmente reconoce como legítima la unión entre personas del mismo sexo.
Los magistrados tendrán que decidir si existe un derecho constitucional al matrimonio homosexual, lo que les daría a estas parejas los mismos derechos de los que gozan las parejas heterosexuales.
“En las viviendas, seguro de salud, en adopción en nuestra propiedad, si queremos una casa juntos, todos esos derechos deben ser protegidos para todas las familias en el país”, dijo la activista transgénero Isabel Sousa-Rodríguez
Isabel y Felipe se casaron en Massachusetts, y gracias a que ese estado reconoce su unión, Felipe logró hacerse ciudadano estadounidense.
“Por muchos años estuve indocumentado, y porque [Isabel] es una persona ciudadana me pudo pedir desde 2013”, señaló Felipe Sousa-Rodríguez.
Hasta la Corte Suprema en Washington llegaron cientos de manifestantes de ambos lados del debate, entre ellos un grupo de hispanos con Biblia en mano, que aseguran que una decisión a favor de los demandantes sería un golpe contra la institución matrimonial, que ellos ven como sagrada.
“La biblia nos dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer y nada en el medio. Que se asomen en el espejo y miren cómo nacieron, nacieron hombres y mujeres, no nacieron homosexuales”, dijo a la Voz de América la manifestante Berta Lucia Sánchez
Se espera que la Corte Suprema tome una decisión para finales de junio.
El reconocimiento de los matrimonios gay como derecho constitucional sería la culminación de un cambio fundamental en la opinión pública sobre los derechos de los gay y un dramático cambio en la jurisprudencia del país.
La decisión es comparable a la prohibición que existió hasta 1967 de matrimonios entre personas de razas diferentes.