De "cruel e inhumana" es la situación que atraviesan muchos niños víctimas de las deportaciones iniciadas por el gobierno venezolano en la frontera con Colombia.
La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cristina Plazas denunció que en territorio venezolano han quedado 299 niños sin sus padres y del otro lado se han visto en la necesidad de acondicionar 11 albergues para acoger a casi 1.000 menores de edad.
Según reportó el diario El Nacional son un total de 154 familias afectadas, pero lo más importante es señalar es que no solo son colombianos los niños afectados sino también venezolanos a los que se le han violado sus derechos, según afirma Plazas.
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Al mismo tiempo dijo haber pedido audiencias al gobernador del estado de Táchira para tratar de resolver el problema, pero afirma que fueron diferidas en cinco oportunidades.
Plazas explica que los niños del lado venezolano han quedado en la mayoría a cargo de familiares que todavía no han sido deportados y que los niños que llegan a los albergues en Colombia están recibiendo toda la ayuda necesaria.