Unos pescadores en las Islas Azores descubrieron en la playa una botella con un mensaje que, en marzo de 2011 lanzó al mar un niño de la localidad de Brockport, en el estado de Nueva York, a más de 3.000 kilómetros de distancia de ese territorio portugués.
El niño de diez años, Curtis Kipple, declaró a un diario neoyorquino que en el mensaje habla “sobre cuánto me gusta jugar al fútbol y a los videojuegos con mi padre".
Kipple no esperaba respuesta cuando lanzó su mensaje al mar, en marzo de 2011, como parte de un proyecto escolar.
La botella llegó a un padre y a su hijo en Terceira, una de las islas del archipiélago de las Azores, donde Estados Unidos tiene un destacamento militar en la base de Lajes de la Fuerza Aérea de Portugal.
En un correo electrónico que envió a la escuela de Kipple, Ana Ponte escribió: “mi hermano y mi padre se levantaron temprano y fueron a la playa en busca de mariscos. Allí encontraron una botella con un mensaje del niño Curtis Kipple, de Estados Unidos”.
El mensaje sorprendió al profesor Chris Albrecht, quien ideó el proyecto para sus estudiantes y quien aseguró que no volvió a pensar en el mensaje después de haberlo enviado.
El maestro, quien ha recibido decenas de cartas y correos electrónicos de profesores de todo Estados Unidos, espera repetir la iniciativa y seguir escribiéndole a la familia que descubrió la botella en las portuguesas Islas Azores, ubicadas en el Atlántico Norte.
