Los precios de las acciones de Estados Unidos fluctuaron frenéticamente el martes después de recuperar terreno luego de una apertura bruscamente baja tras pérdidas más temprano en el día en Asia y Europa.
La volatilidad continuó un día después de que el Promedio Industrial Dow Jones perdiera la mayor cantidad de puntos en un solo día en sus más de 120 años de historia.
El Dow cayó 530 puntos en el mercado abierto y el índice más amplio Standard & Poors 500 (S & P 500) cayó un 1,3 por ciento.
El índice tecnológico Nasdaq Composite cayó un 1,1 por ciento.El martes temprano, los índices bursátiles referenciales de Asia colapsaron, ya que las ventas masivas del lunes en Wall Street se extendieron por todo el mundo.
El índice japonés Nikkei 225 perdió el siete por ciento de su valor en un punto durante la sesión bursátil, antes de cerrar en 21,610 puntos, una pérdida de casi cinco por ciento.
El índice Hang Seng de Hong Kong siguió su ejemplo, cayendo un poco más del cinco por ciento en su peor día de negociación desde agosto de 2015.
Los índices de referencia Australia y Corea del Sur también sufrieron graves pérdidas.
El caos en el mercado comenzó el viernes luego de que un sólido informe laboral generó temor en los inversionistas de que una economía saludable lleve a la Reserva Federal a subir las tasas varias veces este año y endurecer las condiciones para pedir dinero prestado.
Las principales bolsas europeas abrieron el martes con caídas de más del 3%, siguiendo la estela de Wall Street y de las asiáticas que se derrumbaron después de meses de euforia bursátil.
El FTSE 100 de Londres comenzó con una caída de 3,05%, mientras que el Dax de Fráncfort perdía 3,58%, el CAC 40 de París 3,43% y el Ibex 35 de Madrid 3,24%
Dos días de fuertes pérdidas eliminaron las ganancias del mercado estadounidense este año, y también pusieron fin a un período de tranquilidad accionaria que estableció un récord.
El año 2018 comenzó bien para las bolsas mundiales, especialmente en Wall Street, que encadenó los récords durante semanas.
Pero, el viernes, la publicación del informe mensual sobre el empleo en Estados Unidos cambió repentinamente la situación.
El documento, que destaca un significativo aumento de los salarios en Estados Unidos en enero, tuvo un efecto devastador en los mercados al despertar el temor a un crecimiento de la inflación y, por tanto, una subida de los tipos de interés más rápida de lo previsto.
Los expertos ya pronosticaban un retroceso desde hace algún tiempo, e hicieron notar que los declives de 10% o más son usuales durante épocas de mercados alcistas. No ha habido ninguno en dos años, y de muchas maneras era palpable que las acciones se veían sobrevaloradas.
Lo mismo es aplicable a muchos mercados extranjeros, donde los inversionistas han estado preparándose para una corrección en el mercado, al tiempo que esperan no verla.
"Habría pocos lugares dónde ocultarse del ambiente riesgoso que se percibe y que se espera se extienda en los mercados asiáticos de manera significativa", dijo Jingyi Pan de IG en un comentario.
El pánico en otros mercados puede hacer que los inversionistas se apresuren a llegar al "refugio seguro" de los valores en cartera en yenes japoneses, señaló. Eso es doloroso para los japoneses y para otros fabricantes de artículos de exportación regional, cuya competitividad se ve afectada por divisas más fuertes que hacen subir sus precios relativamente.