El partido inició sin miedos para los mexicanos aunque Charlie Davies enmudeció al estadio Azteca al sorprender con su gol en el minuto 8.
Parecía que los estadounidenses amargarían la noche a los más de cien mil fanáticos que apoyaban a su selección, pero no fue así.
El equipo de las barras y las estrellas no pudo mantener el ritmo con el que inició el encuentro y el calor del lugar les pasó factura.
México tomó la iniciativa y antes de llegar al minuto 20 niveló la balanza con un zapatazo desde fuera del área de Israel Castro que rompió el marco estadounidense. El público recuperó la fe.
Desde entonces Estados Unidos se cerró atrás apostando por el empate incluso antes de terminado el primer tiempo. Mala estrategia, malos resultados.
Para el segundo tiempo los hombres de Bradley parecían estar totalmente conformes con el punto que creían tener. México, por el contrario lo intentaba desde diferentes sectores, con Giovani Dos Santos como el jugador más peligroso.
El tiempo pasaba y el cerrojo del equipo de Landon Donovan parecía impenetrable. Las ansias mexicanas se hacían ver y entonces se produjo el milagro.
El público decidió dar su aliento a los jugadores mexicanos y comenzó a sonar el “Sí se puede” desde la tribuna. El Tri pareció entender el mensaje y provocó una jugada peligrosa que terminó despejando mal la defensa estadounidense para que llegara Miguel Sabah y frente al marco, la mandara al fondo de la red. Gol de México, a nueve minutos para el final.
Estados Unidos tuvo un par de jugadas más, en las que pudo sorprender, pero las fuerzas parecían agotadas.
La selección mexicana repitió la historia y se pone en el tercer lugar de la tabla general con nueve puntos. México ya puede ir pensando en hacer maletas para el Mundial de Sudáfrica.
En otros partidos, Honduras humilló en su casa al líder del torneo Costa Rica 4-0, mientras que El Salvador parece estar cada vez más lejos del sueño mundialista al caer por un gol ante Trinidad y Tobago.