El huracán Rina, el sexto de esta temporada en el Atlántico, se debilitó en ruta hacia la Península de Yucatán, en México, donde las autoridades tomaron precauciones por anticipado y ya evacuaron a miles de personas de las zonas costeras antes de que la tormenta toque tierra este jueves.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami redujo de categoría dos a uno la fuerza de Rina, que ahora avanza rumbo noroeste por el Caribe con vientos de 140 kilómetros por hora, y aunque debilitado se espera que ocasiones copiosas lluvias y marejadas peligrosas.
Los residentes del balneario mexicano de Cancún aún rcuerdan la destrucción causada en la zona en 2005 por el huracán Wilma, el más severo de los que ha azotado la región.
Como medida de seguridad, el gobernador del estado mexicano de Quintana Roo, Roberto Borge, ordenó el cierre de las escuelas y la evacuación del poblado pesquero Punta Allen, a unos 150 kilómetros al sur de Cancún.
Casi tres mil personas también fueron evacuadas de la isla Holbox, en la parte nororiental de la península.
Esta tarde, el huracán se hallaba apenas a unos 275 kilómetros de distancia al sur-sureste de la isla de Cozumel moviéndose a una velocidad de traslación de 9 kilómetros por hora.
Según los pronósticos, Rina podría ocasionar entre 8 y 16 pulgadas de lluvias sobre la parte oriental de Yucatán, donde ya se han registrado algunas inundaciones este miércoles.
Las precipitaciones que acompañan al huracán se suman a las que desde el 12 de octubre han afectado a más de un millón de personas en Centroamérica.
