Miles de mexicanos se reunieron el domingo en la principal explanada de la capital para celebrar el primer año en el cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras que miles más marcharon por la avenida principal de la ciudad para protestar contra la violencia y otros males en el país.
El ambiente en el Zócalo era festivo: una orquesta de Tabasco, el estado natal del presidente, tocaba música tropical inspirada en los sonidos cubanos mientras mujeres con poca ropa bailaban a su lado. Algunos juerguistas traían máscaras con la imagen de López Obrador en lo que los partidarios llamaron el “AMLOFest”, un juego de palabras con las iniciales del presidente.
Las encuestas muestran que más de la mitad de los mexicanos apoyan la forma en que López Obrador dirige el país, a pesar de las crecientes tasas de homicidios y una economía tambaleante que está coqueteando con la recesión.
En un discurso, el presidente contó sus logros hasta el momento, como el lanzamiento de nuevos programas sociales destinados principalmente a ayudar a los jóvenes, ancianos e indígenas. El Banco Mundial estima que uno de cada tres mexicanos vive en la pobreza.
Mientras tanto, en el bulevar Paseo de la Reforma, los manifestantes vestidos de blanco expresaron enojo y frustración por los incidentes de violencia cada vez más atroces, una economía estancada y la profundización de las divisiones políticas en el país.