México se ha visto obligado a acelerar su giro hacia las energías renovables luego de que la invasión rusa de Ucrania el año pasado provocó un drástico incremento en los costos energéticos en todo el mundo, explicó el secretario de Exteriores, Marcelo Ebrard.
Las declaraciones el jueves siguieron a la visita que realizó Ebrard con otros diplomáticos basados en México a un nuevo proyecto de energía solar cerca de la frontera con Estados Unidos.
“México está haciendo un esfuerzo muy grande porque no se consideraba que (el cambio a las energías renovables y los autos eléctricos) fuera tan rápido”, afirmó Ebrard. Las decisiones tomadas por Estados Unidos y México en el último año para invertir cuantiosamente en estas zonas “no se veían tan cercanas antes de la guerra”.
“Nosotros también tenemos que cambiar el enfoque”, agregó. “Hay que ir más rápido”.
México tiene previsto poner en marcha a finales de abril la primera fase de la masiva planta de energía solar situada cerca de una localidad costera muy popular entre los turistas estadounidenses.
Una vez concluido el proyecto, de unos 1.600 millones de dólares, está previsto que tenga una capacidad instalada de 1.000 megavatios, suficiente para abastecer a unos 500.000 hogares. Según el gobierno mexicano, será el mayor proyecto de energía solar construido por la empresa eléctrica estatal.
En Puerto Peñasco, cerca de la cima del Golfo de California y frontera con Arizona, filas de paneles solares se inclinan con el paso del sol hacia el horizonte, cerniéndose sobre la arena. El proyecto llegará a cubrir unas 2.000 hectáreas (5.000 acres) en la transición donde el desierto se aplana entre las escarpadas montañas y el mar azul.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) prevé que los primeros 120 megavatios del proyecto estén operativos para el 29 de abril, anunció el jueves Juan Antonio Fernández, director de planificación estratégica de la empresa estatal.
En una presentación ante decenas de diplomáticos extranjeros en Puerto Peñasco, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que el proyecto era una representación regional del “nuevo modelo de desarrollo” de México.
El gobernador del estado norteño de Sonora, Alfonso Durazo, que fue ministro del gobierno junto a Ebrard antes de presentarse al cargo regional en 2021, afirmó que Sonora debería ser el centro de producción de vehículos eléctricos de México.
Además del proyecto de energía solar — en total se prevé instalar cinco gigavatios de capacidad solar en el estado —, Sonora cuenta con los mayores yacimientos conocidos de litio del país, un componente clave en las baterías de este tipo de autos.
Ebrard indicó que el proyecto representaba un “nuevo modelo de desarrollo” de México.
“No vamos a poder hacer eso en todos los estados al mismo tiempo”, afirmó el canciller. “Pero tenemos que demostrar que esa idea puede ser real y no es wishful thinking (una ilusión)”.
El giro hacia las energías renovables choca con otras prioridades del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ha invertido mucho en apuntalar a la empresa petrolera estatal, que enfrenta dificultades desde hace tiempo. Uno de los proyectos emblemáticos de su gobierno es la gran refinería petrolera que se está construyendo en el sur del país.
López Obrador también impulsó una legislación que da ventajas a la CFE sobre las empresas privadas, que en muchos casos operan con energías más limpias. Desde julio, Estados Unidos y Canadá están inmersas en una disputa comercial con el país por su política energética.
Ebrard es uno de los políticos que busca la candidatura del partido de López Obrador, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), para las elecciones presidenciales de 2024.
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