En el pasado mes de septiembre de 2012, las remesas a México se desplomaron en un 20%, la peor caída reportada desde el año 2009.
La información entregada por el Banco de México precisa que durante septiembre de 2012 las remesas familiares registraron un total de $1,663.68 millones de dólares, una caída del 20.24% en comparación con el mismo mes de 2011, fecha en que la entrada de remesas llegó a $2 mil 802.97 millones de dólares.
Este revés se atribuye a la debilidad en el sector de la construcción en EE. UU., principal fuente de empleo de los ciudadanos mexicanos que inmigraron.
De acuerdo con medios, en lo que va del año han ingresado a México 17 mil 266.75 millones de dólares por concepto de remesas, 0.29% menos que el mismo periodo del año anterior.
La debacle viene desde julio, en ese mes la cifra retrocedió 2.1%, en agosto 11.6% y ahora en septiembre 20.24%, esta última sólo se encuentra por detrás de la alcanzada en octubre de 2009 cuando los envíos se desplomaron 35.7%.
Once millones de mexicanos trabajan en EE.UU, la mayoría en la construcción, y el dinero que mandan a sus connacionales constituye la segunda fuente de divisas más importantes del país.
La información entregada por el Banco de México precisa que durante septiembre de 2012 las remesas familiares registraron un total de $1,663.68 millones de dólares, una caída del 20.24% en comparación con el mismo mes de 2011, fecha en que la entrada de remesas llegó a $2 mil 802.97 millones de dólares.
Este revés se atribuye a la debilidad en el sector de la construcción en EE. UU., principal fuente de empleo de los ciudadanos mexicanos que inmigraron.
De acuerdo con medios, en lo que va del año han ingresado a México 17 mil 266.75 millones de dólares por concepto de remesas, 0.29% menos que el mismo periodo del año anterior.
La debacle viene desde julio, en ese mes la cifra retrocedió 2.1%, en agosto 11.6% y ahora en septiembre 20.24%, esta última sólo se encuentra por detrás de la alcanzada en octubre de 2009 cuando los envíos se desplomaron 35.7%.
Once millones de mexicanos trabajan en EE.UU, la mayoría en la construcción, y el dinero que mandan a sus connacionales constituye la segunda fuente de divisas más importantes del país.