El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador informó el miércoles que las conversaciones con Jared Kushner, un asesor sénior de la Casa Blanca, permitieron avanzar hacia un acuerdo por el cual el gobierno de Estados Unidos garantizaría inversiones para el desarrollo en México y Centroamérica por valor de 10.000 millones de dólares.
El objetivo de esas inversiones analizadas previamente sería reducir la inmigración desde México y Centroamérica, al brindar mayores oportunidades en esos países. México recibiría la mitad de la suma, en tanto Honduras, Guatemala y El Salvador se repartirían el resto, dijo López Obrador.
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“Eso es inversión para crear empleos y para que la gente no tenga necesidad de abandonar sus comunidades, a sus familias, sus regiones, sus costumbres, sus culturas”, dijo. “Eso es el sueño que queremos convertir en realidad”, agregó.
Aseguró que estaban cerca de llegar a un acuerdo y que estaría dispuesto a viajar a Estados Unidos si hubiera un acuerdo serio para firmar.
Estados Unidos ha presionado a México para que se ocupe del flujo de migrantes centroamericanos a través de su territorio. Siete caravanas de migrantes han provocado la ira de Trump.
México ha aumentado su oferta de visas para que los centroamericanos puedan residir y trabajar en su suelo y también ha aceptado un programa estadounidense que obliga a algunos solicitantes de asilo a aguardar en el país latinoamericano mientras se tramitan sus solicitudes.
Algunos han criticado a México por tratar de demorar el flujo de migrantes hacia el norte, al tiempo que Trump sigue reclamando fondos para extender una barrera a lo largo de toda la frontera entre los dos países.
López Obrador, un izquierdista, hizo campaña con la idea de mejorar las condiciones económicas y de seguridad en el país para que los mexicanos no tuvieran que emigrar.
“Nosotros tenemos la convicción de que con los programas que se están implementando en nuestro país va a ser cero la migración de mexicanos”, dijo el miércoles. “No van a tener necesidad los mexicanos de ir a trabajar en los Estados Unidos porque va a haber trabajo”.
López Obrador y el yerno del presidente Donald Trump cenaron el miércoles en la casa de Bernardo Gómez, copresidente ejecutivo de Grupo Televisa.
“Hay una muy buena relación con el gobierno de los Estados Unidos”, aseguró López Obrador.
La relación cordial entre López Obrador y Trump ha sorprendido a algunos observadores, que preveían un choque entre las dos personalidades fuertes. El anterior presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, recibió fuertes críticas por no responder de manera más enérgica a los ataques verbales de Trump y uno de sus últimos actos de gobierno fue otorgar a Kushner la Orden del Águila Azteca, la más alta condecoración para extranjeros.
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Sin embargo, López Obrador se ha esforzado por mantener una relación de “respeto mutuo” y miembros de su gabinete participaron de la renegociación del acuerdo de libre comercio desde antes de la juramentación del mandatario mexicano.
López Obrador dijo que también habló con Kushner sobre la ratificación del nuevo acuerdo comercial, llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC por su acrónimo en español).
Asistieron a la cena el canciller mexicano Marcelo Ebrard y el encargado de negocios de la embajada estadounidense, John Creamer.
