El suministro de agua en la ciudad de Michigan está contaminada con niveles tóxicos de plomo, razón por la que los residentes no pueden beber el agua que sale de los grifos.
El gobernador Rick Synder declaró estado de emergencia en Flint, Michigan y llamó a la Guardia Nacional para que ayude a repartir agua entre los residentes.
El teniente coronel William Humes confirmó que al menos media docena de representantes de la Guardia Nacional llegaron el miércoles y se espera que para el viernes la cifra llegue a 30.
Synder también solicitó la asistencia de la agencia para la administración de emergencias (FEMA) para coordinar un plan de recuperación.
Esta situación de emergencia por los altos niveles de plomo en el agua potable se produjo cuando la ciudad decidió cambiar de proveedor en 2014 para ahorrar dinero.
Al mismo tiempo, existen varias organizaciones que están aceptando donaciones monetarias y agua embotellada.
Por ejemplo, Flint Water Fund está aceptando donaciones para ayudar a comprar filtros de agua y botellas con el líquido elemento.
De igual manera, la Cruz Roja tiene a sus voluntarios distribuyendo pruebas para detectar contaminación en el agua, así como también botellas de agua y filtro