Estados Unidos y Cuba se comprometieron en asegurar la migración segura, legal y ordenada.
Del primero al cuatro de febrero, delegaciones de ambos países sostuvieron una reunión técnica en Miami con el propósito de intercambiar información y las mejores prácticas orientadas a combatir el tráfico humano y la falsificación de documentos de viaje.
Según un comunicado del Departamento de Estado, la reunión técnica se realizó en secreto y se divulgó al finalizar el encuentro considerado clave para continuar con el proceso de regularización de relaciones diplomáticas con la Isla.
El diálogo se produce justo en momentos en que miles de migrantes cubanos varados en Costa Rica no escatiman esfuerzos por llegar a territorio estadounidense.
Esta semana partió el segundo grupo de cubanos que llegó vía aérea a El Salvador para continuar con su viaje por vía terrestre hasta cruzar la frontera México-EE.UU.
El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó estar preocupado por la seguridad de todos los migrantes a través de la región que intentan ingresar a otros países sin visa o con cualquier otro tipo de autorización y pidió “abstenerse de hacerlo”.
“Estos peligrosos viajes ilustran los riesgos inherentes y las incertidumbres que involucran a los traficantes y al crimen organizado en los intentos por llegar a Estados Unidos ilegalmente", manifestó en el comunicado el Departamento de Estado.
EE.UU. ha reiterado que a pesar de las conversaciones que sostiene con el gobierno cubano no ha considerado cambiar su política migratoria.
Actualmente, bajo la ley estadounidense, si un cubano pisa el país, puede obtener la residencia y facilidades laborales, algo que no recibe ningún inmigrante de otra nacionalidad.