'Miguel quiere pelear', el nuevo filme del premiado realizador y guionista Oz Rodríguez, refleja el universo interior de un adolescente latino, amante del anime y las películas clásicas de acción, como una reflexión -en tono de comedia- sobre la búsqueda de la identidad y la necesidad de mantenerse fiel a uno mismo.
Con guión de Shea Serrano y Jason Concepción, la cinta es una producción original del servicio de streaming online Hulu, que la estrena este miércoles, 16 de agosto, en su plataforma.
Inmerso en un mundo de imaginación, donde puede ser tan fuerte como el protagonista de 'One Punch Man' y derrotar a sus enemigos al vuelo como el legendario Bruce Lee, Miguel, de 17 años (Tyler Dean Flores) se ve de pronto obligado a enfrentar sus miedos en la vida real, un escenario más difícil que el de cualquiera de los filmes que adora.
Es un fanático de la acción, pero en la realidad no quiere pelear, aunque en su entorno -su padre es instructor de boxeo, su vecindario está lleno de murales con campeones y sus amigos prefieren pedir perdón en lugar de disculpas- los puños son los que hablan.
Junto a sus tres amigos: el excampeón de boxeo y estoico David (Christian Vunipola), Cass (Imani Lewis), siempre lista para dar el primer golpe, y Srini (Suraj Partha), a veces demasiado listo para su propio bien, Miguel solo quiere ser aceptado, aunque esto signifique tratar de vencer sus propios miedos en busca de su primera pelea.
"Yo soy mucho como Miguel, nunca he estado en una pelea y me encantan las películas acción", explicó Oz Rodríguez a la Voz de América.
Según este realizador de ascendencia dominicano-cubana, cuyo nombre completo es Osmany Rodríguez, lo que le atrapó desde el primer momento fue el nombre de "Miguel" en el título, la posibilidad de contar una historia que le toca de cerca.
"Lo leí y me conecté muchísimo con la historia (...) además fue como otra oportunidad para hacer otra película con un héroe latino, un joven latino, y también fue una oportunidad de hacer algo que no era solamente una comedia", agregó el director, quien en su carrera ha dirigido segmentos de Saturday Night Live, un documental detrás de cámaras del famoso show de comedia que le valió un Emmy y su largo debut de humor negro "Vampiros vs el Bronx".
Sin embargo, como asegura, "Miguel quiere pelear" fue una nueva experiencia y una oportunidad para combinar dos de sus pasiones: la comedia y la acción.
Frida, Naruto y la Matrix
'Miguel quiere pelear' no es la típica película de paso a la madurez, o coming of age, donde un personaje adolescente evoluciona hasta encontrar su lugar en el mundo.
El filme tiene un poco para todos: para quien creció en un hogar con padres inmigrantes y creció -o crece- teniendo que mantener el delicado equilibrio de tener que adaptarse a un nuevo país sin perder su identidad; para el cinéfilo empedernido que ama los filmes de acción y para el nerd amante del manga y anime japonés.
Rodríguez logra una transición natural entre el mundo real, donde los padres de Miguel luchan por dar un futuro mejor a sus hijos y la vida en un vecindario donde casi todos hablan español, y la imaginación fértil del adolescente, en la que vence a todos sus adversarios, una vez vestido como Bruce Lee, otras como Neo en las de Matrix o Saitama, el superhéroe de 'One Punch Man'.
"Fue divertido recrear todas estas escenas", insistió Rodríguez, quien contó a la VOA que aunque esta vez no fue el guionista, la película tiene mucho de su propia experiencia. "Hice una lista extensa de las películas de acción que y todos esos afiches que están en el cuarto [de Miguel] los seleccioné yo".
Una de las secuencias más entretenidas, y una de las más complicadas de filmar debido a las condiciones de la locación, fue la recreación de la película de artes marciales de culto 'El tigre y el dragón', que Rodríguez latinizó utilizando vestuario tradicional mexicano en lugar del los personajes asiáticos del clásico de Ang Lee. El resultado fue una Frida extremadamente hábil con la espada.
El rodaje de 24 días, todavía en medio de la pandemia del COVID-19, tuvo varios contratiempos, entre ellos una amenaza de huracán que obligó a modificar la escena final. "Tuvimos que bregar", bromeó Rodríguez. "La pelea final iba a ser más épica pero creo que todo funcionó porque creo que tenemos el final que debíamos tener".
"Espero que los chicos que ven la película se identifiquen con esto de que es una etapa bien emocional, donde comienza la búsqueda de identidad. En la película, Miguel trata de ser otra persona que no es, pero quienes lo quieren le dicen que te aceptamos como tú eres y es cuando él hace las paces consigo mismo y yo creo que eso es muy importante: lo de quererse a uno mismo y que tus amigos te quieren como tú eres", concluyó.
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