El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, llegó el jueves a Texas para examinar de primera fuente los daños humanos y materiales que dejó a su paso la tormenta tropical Harvey.
"El espíritu de Texas y de la gente de Texas, inspira a toda la nación", dijo el Vicepresidente de Estados Unidos a los damnificados de la región.
Pence dijo que la administración Trump espera que el Congreso se "mueva rápidamente" para enviar la ayuda federal en efectivo a la gente y negocios en la zona de desastre de Harvey.
Señaló que más de 300.000 personas se han registrado para recibir ayuda por el desastre.
Pence habló en Corpus Christi, donde la tormenta trajo récord de lluvias que han causado extensas inundaciones a lo largo de una gran parte de la costa del Golfo de EE.UU.
Los legisladores estadounidenses volverán de su receso de verano la próxima semana y se espera que actúen de inmediato sobre el pedido de fondos de emergencia para Texas.
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Pence visitó la pequeña ciudad costera de Rockpot, donde Harvey tocó tierra por primera vez y fue testigo de la devastación.
Mike Pence, que llegó acompañado de su esposa Karen y secretarios del gabinete, se reunió con un grupo de damnificados en una iglesia destruida en parte por la tormenta.
Pence dijo desde allí que "la gente de los Estados Unidos se mantendrá todos los días hasta que esta ciudad, estado y región, estén mejor que nunca".
La caravana de Pence pasó una larga fila de postes de servicio eléctrico semi derribados. También vio escombros dispersos y algunas líneas eléctricas derribadas. Los residentes de Rockport fueron los primeros en EE.UU. en ser impactados por Harvey, que llegó a tierra el viernes pasado como un huracán de categoría 4.
El vicepresidente, con pantalones jean y botas de vaquero estuvo acompañado también por el secretario de Energía Rick Perry, ex gobernador de Texas, y otros miembros del gabinete. Pence fue recibido en el aeropuerto por el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Pence anunció que el presidente Trump y la primera dama Melania Trump volverán al área el sábado y dijo que la Casa blanca apoyará a las víctimas de la tormenta todos los días hasta que Texas se reconstruya más fuerte y mejor que nunca.
Visitó un centro de distribución en Victoria, donde organizaciones humanitarias reparten suministros. La ciudad no tiene servicio eléctrico, pero tiene servicio de agua potable.
A diferencia de la visita del presidente Trump, el vicepresidente Trump se reunió con víctimas de Harvey, rezó con ellas y ayudó a limpiar desechos.
Pero funcionarios y la Casa Blanca han defendido la visita de Trump diciendo que se quiso evitar que el mandatario visite las áreas más afectadas para no entorpecer los esfuerzos de rescate y recuperación, sin embargo aclararon que Trump podría visitar Houston el sábado cuando vuelva a Texas.
Evacuación de pacientes en hospital de Beaumont
Más temprano, pacientes tuvieron que evacuar un hospital en Beaumont, tras la falta del suministro de agua por el paso de Harvey.
"Debido a las fallas de la bomba de agua en la ciudad, y para garantizar el bienestar para nuestros pacientes, es mejor transferirlos a otros centros de atención", dijo el hospital Baptist del sureste de Texas en un comunicado el jueves por la mañana".
La portavoz del hospital de Beaumont, Mary Poole, dijo que el centro hospitalario está trabajando para reubicar a los pacientes en otros centros médicos en el suburbio de Houston de Pasadena y en otros lugares.
Las autoridades de la ciudad, informaron que "la estación de bomba se encuentra a lo largo del río Neches y atrae agua del río como la principal fuente de agua para alimentar la ciudad".
Lo más reciente
Este jueves, la Policía y soldados usando helicópteros y camiones rescataron a miles de personas. Unos 779.000 tejanos han recibido órdenes de evacuación y otros 980.000 han huido voluntariamente en medio de la preocupación de que las represas y ríos pudieran desbordarse causando nuevas inundaciones, dijo la secretaria interina del Departamento de Seguridad del Territorio Nacional, Elaine Duke.
La agencia Reuters informa, citando a funcionarios locales no identificados, que al menos 38 personas se teme que han muerto en seis condados, que incluyen Houston y alrededores.
En el condado de Orange, residentes fueron ordenados a evacuar el área debido a pronósticos de que el cercano río Neches pudiera desbordarse el viernes.
Los precios a futuro de la gasolina aumentaron más de 13% e jueves, cuando casi una cuarta parte de la capacidad de refinación del país ha sido reducida por Harvey.
Unas 189.000 viviendas continúan sin electricidad. Moody's Analytics estimó que el costo económico de Harvey para el sureste de Texas podría estar entre los 51.000 a 75.000 millones de dólares, lo que la convertiría en una de las tormentas más costosas en la historia de la nación.
En Houston, la vida continúa poco a poco volviendo a la normalidad. Los residentes han iniciado una masiva operación de limpieza, descartando muebles y artículos dañados por el agua, y buscando suministros y estimados de reparación.
La ciudad inició la recolección limitada de basura y de servicios de autobús. Los hospitales han comenzado a realizar operaciones de cirugía y la mayoría de las grandes empresas de la ciudad han anunciado que permanecerán cerradas hasta el lunes, cuando se celebra el feriado del Labor Day, que marca el fin del verano.
Sin embargo, empresas y negocios pequeños han comenzado a trabajar. Los aeropuertos están funcionando de nuevo y el tráfico ha vuelto a las conocidas y congestionadas avenidas de la ciudad. Las escuelas públicas han anunciado el regreso a clases para el 11 de septiembre.