El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, viajó el miércoles a Riad para discutir con funcionarios sauditas el ataque a las instalaciones petroleras de Arabia Saudí que, según los funcionarios estadounidenses, se originaron en Irán.
Pompeo dijo el miércoles que el ataque del fin de semana contra las instalaciones petroleras ha puesto en riesgo el suministro mundial de energía.
El secretario de Estado reiteró además que la acción no había provenido de los rebeldes hutíes de Yemen, quienes reivindicaron el hecho.
El vicepresidente Mike Pence dijo en un discurso en Washington que el principal diplomático de Estados Unidos estaría discutiendo "nuestra respuesta" al ataque.
Los rebeldes hutíes respaldados por Irán en Yemen se han atribuido la responsabilidad del ataque del sábado, que destruyó la mitad de la producción petrolera de Arabia Saudí. Pero los funcionarios estadounidenses dicen que la evidencia disponible muestra que no es posible.
"Nuestra suposición de trabajo es que esto no vino de Yemen o Irak", dijo un funcionario de defensa estadounidense a VOA el martes, y agregó que un equipo forense estadounidense está trabajando en el terreno con los saudíes para examinar los restos de los misiles.
"Creemos que la evidencia será convincente", agregó el funcionario.
Por separado, otros funcionarios estadounidenses dicen que la evidencia que ya se ha recopilado es concluyente y apunta directamente a Irán.
Funcionarios anónimos dijeron a NBC News el martes que más de 20 drones y misiles utilizados en el ataque a las instalaciones petroleras sauditas fueron lanzados desde Irán
Otros funcionarios dijeron a CBS News que al menos uno de los misiles voló a través del espacio aéreo de Kuwait mientras se dirigía hacia el sur hacia Arabia Saudí, mientras que Reuters citó a las autoridades diciendo que los ataques se originaron en el suroeste de Irán.
Las autoridades también dijeron que los investigadores están examinando un mecanismo de guía de misiles encontrado en Arabia Saudita y un misil de crucero en su mayor parte intacto que aparentemente no logró alcanzar su objetivo previsto.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., Joseph Dunford, en declaraciones a periodistas en Londres, dijo que el ataque del sábado parecía diferente de los llevados a cabo por los rebeldes Houthi.
Indicó que Estados Unidos no tiene ninguna imagen aérea de los ataques, pero que además del equipo forense, Washington está brindando apoyo adicional a Riad y permitirá que los sauditas hagan su propia evaluación.
A pesar de las conclusiones extraídas por un número creciente de funcionarios estadounidenses, Irán ha negado cualquier papel en el ataque.
"Estados Unidos está en la negativa si cree que las víctimas yemeníes de 4,5 años de los peores crímenes de guerra no harían todo lo posible para contraatacar", escribió el martes el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Javad Zarif.
Mientras tanto, el ministro de Energía saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, anunció el martes que la mitad de la producción cortada por los ataques ha sido restaurada y que el reino espera producir 11 millones de barriles por día a fines de septiembre, en comparación con 9,6 millones antes del ataque.