Miles de personas huyeron de la ciudad de Homs, en el centro de Siria, durante la noche y la mañana del viernes, mientras las fuerzas rebeldes trataban de impulsar su ofensiva relámpago contra las fuerzas gubernamentales más al sur.
Los rebeldes ya han capturado las ciudades claves de Alepo, en el norte, y Hama, en el centro, lo que significa sucesivos golpes devastadores al presidente Bashar al-Asad, casi 14 años después de que estallaran las protestas contra él en toda Siria.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un observatorio de la guerra con sede en Reino Unido, dijo que miles de personas habían comenzado a huir el jueves por la noche hacia las regiones costeras occidentales de Siria, un bastión del Gobierno.
Un residente de la zona costera dijo que miles de personas habían comenzado a llegar allí desde Homs temiendo el rápido avance de los rebeldes.
El viernes por la mañana, la aviación israelí atacó dos pasos fronterizos entre Líbano y Siria, según dijo el ministro de Transportes libanés, Ali Hamieh.
Los bombardeos rusos durante la noche también destruyeron el puente de Rustan a lo largo de la importante autopista M5 para impedir que los rebeldes utilizaran esta ruta principal hacia la ciudad de Homs, dijo a Reuters un oficial del ejército sirio.
"Hubo al menos ocho ataques contra el puente", añadió. Las fuerzas gubernamentales estaban trabajando para reforzar las posiciones alrededor de la ciudad de Homs con nuevos refuerzos, dijo.
Los rebeldes liderados por la facción islamista Hayat Tahrir al-Sham habían prometido avanzar hacia la ciudad central de Homs, una ciudad encrucijada que une la capital, Damasco, al norte y el feudo de al-Asad, junto a la costa.
"Ha llegado vuestra hora", decía una sala de operaciones rebelde en un mensaje publicado en internet, en el que pedía a los habitantes de Homs que se sublevaran.
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