La sargento en retiro Q-Tara Henry ingresó al Ejército de los Estados Unidos al finalizar su grado de secundaria, y sirvió a la institución durante 11 años.
Ella tuvo dos misiones en Irak como especialista química, un trabajo de alto riesgo que involucra la detección de agentes biológicos y radiológicos. Pero pocos meses después de su retorno a la vida civil, se convirtió en mendiga.
"Yo me alisté en el ejército justo después de finalizar mi secundaria. Hay un choque muy fuerte después de 11 años de servicio al volver a la vida civil. Uno no sabe dónde comenzar”, dijo Henry a la Voz de América.
La Oficina de Veteranos en Estados Unidos asegura que uno de cada 4 veteranos en este país son mendigos. Uno de los mayores obstáculos para ellos en este momento es la alta tasa de desempleo.
"Yo estoy en un refugio y no tengo trabajo. Y dicen, 'oh, tú estás súper-calificada, tienes mucha experiencia'. Pero si tú serviste en la milicia, eso no significa nada para el mundo de los civiles”, explica Henry.
Tory Lyon dirige el proyecto Jericó, una organización no gubernamental que ayuda a veteranos en estado de mendicidad. Ella afirma que no hay ninguna razón que justifique el fenómeno, aún cuando muchos de ellos sufren estrés post-traumático, depresión y lesiones cerebrales.
"Usualmente hay una cascada de problemas que los llevan a convertirse en mendigos. Esto puede incluir abuso de sustancias, problemas mentales, sentirse un extraño para la propia familia y no poder lograr estabilidad laboral”, detalla la directora del proyecto Jericó.
El proyecto está financiado tanto con fondos gubernamentales como con privados. Gracias a esta iniciativa, veteranas como Henry son atendidas y entrenadas para encontrar un trabajo.
Lyon asegura que el Departamento de Defensa podría dar más información a los militares que abandonan el servicio.
"Deben asesorar mejor en la consecución de viviendas porque es muy difícil reintegrarse si no se tiene un lugar digno para vivir”, explicó Lyon.
Tal es el caso de Henry quien vive en un refugio en Nueva York. El proyecto le ayuda a ella con un eventual traslado a su tierra natal, pero más de 100.000 veteranos de guerra aún permanecen en los refugios o en las calles.