La comisión de servicios públicos de Pensilvania decidió multar a Uber con la cifra récord de $11.4 millones de dólares por haber operado sin autorización durante seis meses en 2014.
Los miembros de la comisión votaron tres a dos por una penalidad considerablemente baja en comparación con los $50 millones de dólares que recomendaron dos jueces el año pasado.
Uber generó una serie de críticas de los jueces por continuar sus operaciones un mes después que recibieran una orden de cese de servicios, lo que describieron las autoridades como "acciones obstructivas" durante la investigación.
Los dos comisionados que votaron en contra de la multa consideran que es una cantidad excesiva comparada a decisiones pasadas de la comisión.
La multa previa más elevada asignada por la comisión fue de $1.8 millones de dólares contra un proveedor de electricidad, que manejaba un plan de ahorro garantizado para los clientes.
Un portavoz de Uber con sede en San Francisco, dijo que la compañía planea apelar la decisión.