El Congreso de Perú, controlado por la oposición, debatirá el martes una moción de confianza que presentó el gobierno para sacar adelante sus reformas anticorrupción, que de no ser otorgada podría derivar en la disolución constitucional del Legislativo.
El pedido de la “cuestión de confianza” será sustentado por el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, quien deberá exponer ante el parlamento las razones de la solicitud, reiteró la oficina de prensa del Congreso el fin de semana.
El jefe de gabinete denunció el domingo intentos de dilatar el debate apelando al Tribunal Constitucional (TC).
“Consultar al TC queda del lado de la resistencia (a las reformas) (…) Hacer la consulta es argüir, no es debatir”, declaró Del Solar al diario El Comercio.
Por otro lado el Congreso, bajo control de una mayoría populista radical de derechas, aún no define si votaría ese mismo martes la moción o en otra fecha.
Tampoco hay seguridad acerca de si se aprobará o negará la confianza, en medio de llamados al consenso por parte de empresarios y políticos.
“La reforma política requiere un debate profundo y meditado dentro de un ambiente de serenidad, prudencia, diálogo y tolerancia”, invocó la poderosa Confederación de Empresarios del Perú.
Los empresarios advirtieron que “el clima de confrontación no solo desalienta, también pone en peligro las inversiones que nuestro país tanto necesita”.
La opositora Fuerza Popular, que lidera Keiko Fujimori -en prisión preventiva por recibir fondos de Odebrecht para su campaña- estima que el Poder Ejecutivo se extralimita en su funciones, lo que podría acabar en una deriva totalitaria.
Una eventual negativa a debatir y aprobar “la sustancia de las reformas”, como exige el gobierno, deja abierta la vía constitucional para que el presidente Martín Vizcarra lo disuelva y convoque nuevas elecciones legislativas.
“No hay crispación, hay crisis de gobernabilidad, hay dos poderes enfrentados (…) corresponde la calma”, exhortó a su vez el congresista Juan Sheput en declaraciones a la radio RPP.
El fragamentado Congreso, conformado por 130 legisladores, está dominado por una frágil mayoría compuesta por el fujimorista Fuerza Popular (56) y grupos minoritarios.
Reformas bajo tensión
El presidente Vizcarra señaló el miércoles que la moción de confianza se sustentará en la aprobación “sin vulnerar la esencia” de cinco proyectos de ley.
Estos son: cambio en la inmunidad parlamentaria, para que no se convierta en impunidad; las personas condenadas no podrán ser candidatos; cualquier ciudadano participará en la selección de candidatos de las organizaciones políticas, a través de elecciones primarias internas.
Asimismo, eliminar el voto preferencial y garantizar la participación política de las mujeres, con paridad y alternancia; y prohibir el uso de dinero sucio de las campañas electorales.
La moción de confianza es un mecanismo constitucional por el cual el Ejecutivo puede consultar al Congreso sobre el tema que estime conveniente.
En Perú, si se censura o niega el voto de confianza a dos gabinetes, el presidente puede proceder a disolver el Congreso.
En septiembre de 2017, el actual Congreso ya le negó la confianza a un gabinete por lo que un nuevo voto en contra provocaría que Vizcarra disuelva el Parlamento y convoque elecciones legislativas en un plazo de cuatro meses.
Los roces entre el Congreso y Vizcarra, quien carece de bancada y de partido político, se repiten desde el año pasado, pocos meses después de que éste asumiera el cargo tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, acusado de corrupción.