Sorpresivamente y sin previo aviso del Instituto Uruguayo de Meteorología la región sur de Uruguay se vio expuesta a una tormenta con una situación atmosférica muy inestable que oficialmente se llamó “corriente descendente intensa”.
Un total de 17 personas resultaron heridas, una en estado grave. Hubo semáforos rotos y accidentes de tránsito, árboles derribados por los fuertes vientos, ventanales rotos y se volaron techos de casas precarias y galpones. Columnas de alumbrado público cayeron sobre autos.
El viento alcanzó los 142 kilómetros por hora y en el puerto de Montevideo las fuertes rachas movieron contenedores.
En las redes sociales hubo muchas críticas al Instituto de Meteorología (Inumet) por no advertir del fenómeno climático. El servicio estatal declaró un nivel de riesgo color amarillo y tras los fuertes vientos y una fuerte lluvia elevó el riesgo a color anaranjado y luego al máximo que es rojo.
La directora del INUMET, Madelaine Renom, convocó a los medios y dijo que era imposible prever dónde se iban a ocurrir las rachas de viento tan fuertes aunque reconoció que hubo "error humano” en cuanto a la hora de emitir la advertencia.
Además 70.000 familias quedaron sin luz y la empresa estatal intenta reponer el servicio eléctrico. Los bomberos tuvieron que realizar más de 70 intervenciones.
El pronóstico oficial para el miércoles indicaba vientos fuertes, tormentas y lluvias intensas.