La agencia calificadora Moody’s redujo la evaluación crediticia de Societé General y Credit Agricole debido a su dependencia de los bonos griegos y su creciente temor a que Grecia no pueda pagar sus compromisos.
Las acciones de los bancos Societe General, BNP Paribas y Credit Agricole se desplomaron más de un 10% ante la posible rebaja. La crisis griega, las dudas sobre las acciones emprendidas por los dirigentes europeos y la reciente renuncia del jefe del Banco Central Europeo, Juergen Stark, desestabilizaron los bancos europeos.
Sin embargo, las agencias de calificación crediticia Moody's y Fitch Ratings negaron una rebaja de la nota de la deuda francesa a largo plazo y han ratificado la calificación 'AAA' para Francia, la máxima otorgada, con perspectiva 'estable', según informó Reuters.
La rebaja de la nota de la deuda que adoptó Standard & Poor's respecto a la calificación de Estados Unidos la semana pasada alteró los mercados europeos, generando una ola de ventas en los títulos de las entidades bancarias en la bolsa francesa que han provocado descensos superiores al 10%.
El ministro de Finanzas de Francia, François Baroin, dijo que los bancos franceses eran lo suficientemente sólidos para soportar cualquier crisis en Grecia y el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, se apresuró a declarar que la banca francesa no estaba en peligro.
"No hay crisis para los bancos porque los que están siendo golpeados actualmente por los mercados tienen todos los medios necesarios para ofrecer soluciones", dio Baroin a periodistas, añadiendo que los bancos centrales del G-7 estaban comprometidos a suministrar "tanta liquidez como necesiten los bancos", según recoge Reuters.
El presidente francés Nicolas Sarkozy indicó a su gabinete que está decidido a hacer todo lo que sea necesario para rescatar a Grecia de una posible bancarrota, pero quiere que Atenas haga su parte para contener su empeorante crisis financiera.
