El Tribunal Internacional de Apelaciones ordenó a Rusia a pagar $35.000 dólares por los daños causados al meter en la cárcel al magnate petrolero Mijail Jodorkovsky, violando sus derechos.
El tribunal anunció su decisión, si bien rechazó la apelación Jodorkovsky que denunciaba que su detención tuvo una motivación política, alegando que las pruebas presentadas por sus abogados no eran irrefutables.
Los abogados de Jodorkovsky aseguran que su cliente está satisfecho con el fallo.
El ex magnate del petróleo presentó una solicitud de libertad condicional de la pena que cumple por evasión de impuestos y fraude, cuando él y su socio Platon Lebedev, fueron condenados a penas adicionales en diciembre por lavado de dinero y el robo de petróleo de su empresa.
Amnistía Internacional ha declarado Jodorkovsky y Lebedev presos de conciencia.
Un tribunal de Moscú la semana pasada confirmó la segunda condena, pero la redujo en un año a 13 años. Jodorkovsky y sus partidarios dicen que todos los cargos en su contra tienen motivaciones políticas, por apoyar a políticos de la oposición al expresidente convertido en primer ministro, Vladimir Putin.
Sentencia de Moscú
También su socio Yukos le acompañará a la cárcel, aunque los abogados defensores ya han prometido apelar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Tribunal de Moscú se negó a revocar la condena por fraude en un caso que ha atraído la expectación mundial.
Jodorkovsky se convirtió en un objetivo para los fiscales en el 2003 después de haber lanzado un desafío político al entonces presidente Vladimir Putin.
Tanto él como su socio, Platon Lebedev, fueron condenados inicialmente por fraude y evasión fiscal en 2005 en relación con Yukos, que había construido en la compañía petrolera más grande de Rusia hasta que fue absorbida por el Estado ruso.
Un año atrás fueron de nuevo declarados culpables de lavado de dinero y malversación de fondos, sentencia por la que recibieron una condena adicional de seis años.
Antes de fallo de la corte, Jodorkovsky había dicho al presidente Dimitri Medvedev tendrá que decidir lo que él y Rusia necesitan más: un estado gobernado por el imperio de la ley o la posibilidad de represalias extrajudiciales.
Jodorkovski y Lebedev se declaran inocentes de los cargos y consideran que se trata de una acusación política.
Medvedev dijo que la liberación de Jodorkovsky no representa ningún peligro para el público, mientras que el primer ministro Putin quiere mantenerlo en la cárcel.