Trece presos de la cárcel de Uribana, en la zona centroccidental de Venezuela, murieron envenenados y otros 145 resultaron intoxicados por la ingesta de productos químicos como una forma de protesta contra las autoridades del penal.
Este lunes parte de la población de la cárcel inició una huelga de hambre en protesta contra el director del penal, a quien acusaron a través de un comunicado de violar sus derechos humanos.
Los reclusos habrían decidido ingerir químicos para llamar la atención de las autoridades y fallecieron envenenados, tres de ellos por ingesta de ansiolíticos, según informó el diario local El Impulso.
Algunos reclusos tomaron por sorpresa el puesto de salud e “ingresaron violentamente al área de enfermería, asaltaron la farmacia y otros talleres, procediendo a ingerir múltiples fármacos tales como: antibióticos, antihipertensivos, hipoglicemiantes, antiepilépticos, alcohol absoluto, entre otros, lo cual produjo una intoxicación de un grupo importante de privados de libertad”, señaló en un comunicado el Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
La cárcel de Uribana alberga 3.700 presos, pero fue construida para 850.
