Un asesino convicto fue ejecutado con una combinación letal de dos drogas que nunca habían sido utilizadas para cumplir la pena capital en Estados Unidos.
Autoridades del estado de Ohio, en EE.UU., usaron una mezcla del sedante Midazolam y el analgésico Hidromorfona para ejecutar a Dennis McGuire, sentenciado a muerte por la violación y el asesinato con arma blanca de una mujer en 1989.
El año pasado, 39 prisioneros fueron ejecutados en Estados Unidos. Muchos murieron mediante el barbitúrico Pentobarbital, una droga que es manufacturada por compañías europeas que dejaron de vender el producto a prisiones estadounidenses cuando supieron que se usaba para ejecuciones.
Cuando se terminaron las reservas del Pentobarbital en Ohio, el estado decidió hacer la mezcla de las dos drogas, bajo protesta de los abogados de McGuire, quienes argumentaron que la combinación podría causar agonía y terror a su cliente en una muerte por asfixia.
Testigos dijeron que McGuire, de 53 años de edad, murió 15 minutos después de que se le suministraran las drogas, período de tiempo considerado largo. El convicto gritó varias veces antes de perecer.
Autoridades del estado de Ohio, en EE.UU., usaron una mezcla del sedante Midazolam y el analgésico Hidromorfona para ejecutar a Dennis McGuire, sentenciado a muerte por la violación y el asesinato con arma blanca de una mujer en 1989.
El año pasado, 39 prisioneros fueron ejecutados en Estados Unidos. Muchos murieron mediante el barbitúrico Pentobarbital, una droga que es manufacturada por compañías europeas que dejaron de vender el producto a prisiones estadounidenses cuando supieron que se usaba para ejecuciones.
Cuando se terminaron las reservas del Pentobarbital en Ohio, el estado decidió hacer la mezcla de las dos drogas, bajo protesta de los abogados de McGuire, quienes argumentaron que la combinación podría causar agonía y terror a su cliente en una muerte por asfixia.
Testigos dijeron que McGuire, de 53 años de edad, murió 15 minutos después de que se le suministraran las drogas, período de tiempo considerado largo. El convicto gritó varias veces antes de perecer.