Carros aparcados frente a las casas, calles desiertas, protocolos de desinfección, nuevos hospitales, funerales. Lo mismo en Estados Unidos que en el resto del mundo, la amenaza del coronavirus ha hecho que la mayoría de las personas permanezca en sus hogares para evitar el contagio del COVID-19, mientras los profesionales de la salud y las autoridades libran la batalla en otras partes de las ciudades.