El primer ministro Benjamin Netanyahu convocó el domingo a su gabinete por última vez antes de las elecciones del martes en una parte de Cisjordania que prometió anexar si es reelegido y presentó un plan para construir un nuevo asentamiento allí.
La reunión ministerial se produjo a pesar de una protesta internacional por la promesa de Netanyahu de anexar el Valle del Jordán, en Cisjordania. La anexión del área, considerada el corazón de cualquier futuro estado palestino, casi extinguiría cualquier esperanza palestina de independencia.
Netanyahu ha aparecido en varios medios para pedir a los votantes que acudan a las urnas en grandes cantidades para evitar un gobierno de izquierda que, según él, pondrá en peligro la seguridad del país.
Una pieza central de su agenda de última hora ha sido la promesa de extender la soberanía israelí sobre el Valle del Jordán y anexar los asentamientos judíos, algo que Netanyahu se abstuvo de hacer durante más de una década en el poder.
La propuesta provocó una cascada de condenas internacionales, incluso de Europa y Arabia Saudí, un país árabe influyente que tiene lazos discretos aunque no oficiales con Israel. Sin embargo, Estados Unidos no comentó, lo que sugiere que Netanyahu coordinó su plan con los estadounidenses con anticipación.
El domingo, el gabinete de Netanyahu aprobó una propuesta para legalizar retroactivamente el pequeño puesto de avanzada Mevo’ot Yeriho, una comunidad remota a las afueras de la ciudad palestina de Jericó en el Valle del Jordán.
En una carta abierta en el periódico Yediot Ahronot, Netanyahu dijo que, en momento en que presidente Donald Trump planea revelar su esperado plan de paz para Medio Oriente, las condiciones “son propicias” para aplicar la soberanía a todos los “asentamientos y áreas de importancia estratégica y nacional” en Cisjordania.
Netanyahu ha prometido reiteradamente que los asentamientos judíos de Cisjordania serán “parte del estado de Israel” y que ninguno será evacuado en ningún tipo de acuerdo con los palestinos. Es una promesa que se ha convertido en el centro de su segunda campaña electoral de 2019, luego de su fracaso para formar una coalición gobernante después de las elecciones de abril.