Los equipos de rescate impartían cursos intensivos de natación y buceo el miércoles como parte de los preparativos para extraer al equipo infantil de fútbol atrapado en una cueva del norte de Tailandia, con el deseo de poner fin a una angustiosa experiencia de 11 días.
Un equipo de buceadores, médicos, consejeros y fuerzas especiales de la Marina tailandesa estuvieron con los 12 colegiales y su entrenador de 25 años, a los que entregaron medicinas y alimentos mientras los expertos evalúan las condiciones para sacarlos, una tarea que el gobierno dijo que no será fácil.
“El agua es muy fuerte y el espacio es estrecho. La extracción de los niños requiere mucha gente”, dijo a los periodistas el viceprimer ministro, Prawit Wongsuwan.
“Ahora estamos enseñando a los niños a nadar y bucear”, dijo, agregando que si los niveles de agua caen y la corriente se debilita, podrían ser sacados de forma rápida.
Un video publicado por las fuerzas especiales el miércoles mostró a dos rescatistas en trajes de neopreno sentados en una parte elevada de la cueva junto a los niños envueltos en mantas de aluminio de emergencia. Parecían estar de buen humor, riéndose ocasionalmente. No quedó claro de inmediato cuándo fue tomada la grabación.
Un foco apunta a cada niño, que saluda uno por uno y se presenta con la cabeza inclinada y las manos juntas en un tradicional saludo tailandés “wai”.
Un joven jugador en primer plano viste lo que parece ser la camiseta roja de fútbol que usó Inglaterra en la victoria del martes ante Colombia por el Mundial. Otro niño más joven viste la camiseta azul del Chelsea inglés.
Los chicos fueron hallados el lunes por las fuerzas especiales y dos expertos británicos en buceo en cuevas, después de haber estado incomunicados y en la oscuridad desde el 23 de junio, cuando una salida grupal a las cuevas acabó en un difícil operativo esfuerzo de búsqueda y rescate.
Los esfuerzos para abrir una línea de comunicaciones con los chicos, ubicados a 4 kilómetros de la boca de la cueva, sufrieron un revés luego de que el equipo cayó al agua, dijo el miércoles el gobernador de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn.
Las autoridades quieren sacar a los niños lo antes posible, pero no lo harán si no es seguro.
“Los 13 no tienen que salir al mismo tiempo. Quien esté listo primero puede ir primero”, dijo a los periodistas. “Si hay riesgos, entonces no los vamos a extraer”.
El objetivo ahora es monitorear los niveles de agua, los pronósticos de lluvia y los procedimientos de extracción. A última hora del martes, unos 120 millones de litros de agua habían sido bombeados fuera de la cueva.
Los reportes que indicaron que los chicos podrían quedar atrapados hasta cuatro meses fueron rechazados como especulaciones por funcionarios. Sin embargo, se han preparado suministros para ese período de tiempo.