El Consejo Supremo Electoral nicaragüense juramentó este domingo a los 91 diputados que conforman la Asamblea Nacional, como resultado de los polémicos comicios, catalogados como una “farsa electoral” por grupos opositores y por la comunidad internacional.
La presidenta del Consejo Supremo Electoral Brenda Rocha, que dirigió la sesión, dijo que los comicios nicaragüenses “fueron uno de los más destacados de la historia”, sin embargo, el organismo independiente Urnas Abiertas registró un abstencionismo del 81.5%.
Durante el evento confirmó que estos legisladores estarán en el cargo en el período 2022-2026.
La Asamblea Nacional quedó con una mayoría absoluta de integrantes del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el que según el conteo oficial obtuvo un total de 75 diputados; mientras que en el resto de partidos aliados al oficialismo se distribuyeron las otras 16 diputaciones.
El Partido Liberal Constitucionalista (PLC) obtuvo 9 diputados, la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) 2, Partido Liberal Independiente (PLI) 2, la Alianza por la República (Apre) 1 y el partido regional Yatama con 1.
Las elecciones se celebraron después del encarcelamiento de los principales candidatos presidenciales de oposición. Tres leyes aprobadas en Nicaragua en los últimos meses de 2020 ultimaron a las pocas organizaciones que quedaban en pie desde la crisis de 2018 y pusieron tras las rejas a los principales rivales al presidente Daniel Ortega.
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Mientras se celebraba la juramentación, diversos grupos de oposición tildaron de “ilegítimos” a los legisladores pues aseguraron que son el resultado de un proceso “anómalo” y que la misma comunidad internacional ha llamado “una pantomima”.
“No hay parlamento, ni asamblea, ni Poder Legislativo en Nicaragua porque no hubo elecciones, solo continuidad de la dictadura. Todas las personas en ese hemiciclo son usurpadoras de la voluntad popular, ilegítimas, corruptas y cómplices del dictador”, dijo al respecto la ex comandante guerrillera Mónica Baltodano en su cuenta de Twitter.
Tras la juramentación de los diputados se procedió a elegir a la junta directiva del Parlamento, donde fue reelecto Gustavo Porras como presidente de este poder del Estado. Porras está sancionado por Estados Unidos, que lo señala por violación de los derechos humanos.
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Edwin Castro, diputado oficialista catalogó a Porras “de humanista” y dijo que ha hecho “una labor encomiable” al frente de este poder del Estado “no solo desde el punto de vista administrativo, sino de las relaciones humanas”.
Porras convocó a los legisladores para juramentar a Daniel Ortega y Rosario Murillo como presidente y vicepresidente respectivamente este lunes 10 de enero, en una sesión solenme y a la vez reiteró que estaba dispuesto a dar su vida “por defender la soberanía de Nicaragua”.
Mientras esto ocurre, los exiliados preparan protestas en varias partes del mundo para presionar a que este nuevo mandato de la pareja presidencial nicaragüense sea desconocido y Ortega y Murillo sean declarados “ilegítimos”.
En Costa Rica se prepara una vigilia este 9 y 10 de enero, mientras que en Estados Unidos iniciaron esta mañana las protestas.
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