El líder norcoreano Kim Jong Un extendió una invitación para dialogar al presidente Donald Trump, prometiendo que detendrá las pruebas nucleares y de misiles que han llevado empeorar la ya de por sí tensa relación entre los dos países, y Trump inmediatamente la aceptó.
El sorpresivo anuncio tuvo lugar el jueves por la noche en las afueras de la Casa Blanca y había sido anticipado una hora antes por el propio presidente Trump que inesperadamente se asomó brevemente por la sala de prensa para decir a los reporteros que una delegación surcoreana que visita Washington tenía un anuncio importante que hacer sobre Corea del Norte.
La invitación de Kim fue entregada al presidente por el asesor de de seguridad nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, que encabeza la delegación surcoreana.
Fue Chung quien hizo el anuncio ante los periodistas. Dijo que en la carta, Kim expresó "su deseo por reunirse con el presidente Trump tan pronto como sea posible”. El presidente contestó que se reuniría con él “para mayo”.
No hubo mención sobre el lugar dónde se realizaría la reunión.
Chung elogió la fuerte postura —que a veces ha llegado al insulto—del presidente Trump respecto de Kim. “Expliqué al presidente que su liderazgo y sus políticas de máxima presión… nos ha llevado a esta coyuntura”.
Chung dijo sin embargo que tanto Corea del Sur como Estados Unidos mantendrán la presión sobre el régimen de Kim a pesar de su apertura.
La Voz de América planteó el tema al Dr. Jorge Malena, doctorado en Ciencias Políticas y con una maestría en Política Internacional de Asia, y el experto destaca que son muchos factores los que llevan a este punto y considera que las sanciones económicas y un fuerte invierno que afectó a Corea del Norte son condicionantes para el diálogo propuesto por el líder norcoreano, Kim Jong Un.
De llevarse a cabo, esta sería la primera reunión cara a cara entre un presidente de Estados Unidos y un líder norcoreano. Ni siquiera ha habido una llamada telefónica entre líderes de los dos países.
Poco después del anuncio, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo en un comunicado que “el presidente Trump aprecia mucho las palabras amigables de la delegación surcoreana y el presidente Moon. Él aceptará la invitación de reunirse con Kim Jong Un en un lugar y momento a ser determinados. Esperamos la desnuclearización de Corea del Norte. Mientras tanto, deben continuar todas las sanciones y la máxima presión” sobre Pyongyang.