La autoridad palestina dejará de comprometerse con cualquier acuerdo firmado con Israel o Estados Unidos, según anunció el presidente palestino, Mahmud Abás, después de la promesa israelí de anexionar amplios territorios de la ocupada Cisjordania.
En un primer momento no estaba claro cómo se aplicaría la decisión, tomada el martes por la noche en una reunión de la cúpula palestina. Los acuerdos de Oslo y otros pactos de la década de 1990 crearon la Autoridad Palestina y rigen sus relaciones políticas, económicas y de seguridad con Israel.
“La Organización de Liberación de Palestina y el Estado de Palestina ya no están sujetos a todos los acuerdos y entendimientos firmados con el gobierno israelí y el gobierno estadounidense, incluidos los compromisos de seguridad”, dijo Abás.
Israel, señaló, tendrá ahora que “asumir responsabilidades ante la comunidad internacional como la potencia de ocupación”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido anexionarse el Valle del Jordán y los asentamientos judíos en Cisjordania, en línea con el plan para Oriente Medio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que favorece de forma abrumadora a Israel y fue rechazado por los palestinos.
Netanyahu formó este mes un nuevo gobierno israelí con su su principal rival, Benny Gantz, tras tres elecciones y más de un año de bloqueo político. El acuerdo de coalición permite al mandatario presentar una propuesta de anexión al gobierno a partir del 1 de julio.
Israel capturó Cisjordania, junto con Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza, en la guerra de 1967. Los palestinos reclaman los tres territorios para un estado futuro, pero el plan de Trump les dejaría con enclaves aislados rodeados por territorio israelí.
La mayoría de la comunidad internacional se opone a la anexión, que muchos temen pueda hacer inviable un estado palestino. La solución de dos estados sigue estando ampliamente considerada como la única forma de resolver el conflicto iniciado hace décadas.
No estaba claro hasta qué punto seguirían los líderes palestinos la nueva decisión. La coordinación de seguridad va en interés tanto de Abás como de Israel porque va dirigida sobre todo a controlar al grupo armado islamista Hamas, su principal rival.
La Autoridad Palestina gobierna y proporciona servicios básicos a zonas pobladas de la ocupada Cisjordania. Desmantelarla supondría un caos y dejaría a decenas de miles de funcionarios sin empleo. Pero al referirse al “estado de Palestina”, Abás pareció dejar espacio a continuar con el sistema actual, pero bajo un nombre distinto y cuestionado.
Abás siempre se ha opuesto al uso de la violencia, de modo que es probable que las fuerzas palestinas de seguridad sigan actuando contra grupos armaos, aunque sea sin coordinación formal con Israel.
