Otras tres capitales de provincia en Afganistán cayeron en manos de los talibanes, que ya controlan nueve de las 34 en el país, coincidiendo con la retirada de Estados Unidos, dijeron este miércoles funcionarios afganos.
La caída de las capitales de las provincias de Badakhshan y Baghlan, en el noreste, y de Farah, en el oeste, acrecentaron la presión sobre el gobierno para detener el avance de los insurgentes.
El presidente Ashraf Ghani acudió a la provincia de Balkh, ya rodeada por territorio en poder de los talibanes, en busca de ayuda de los caudillos locales para rechazar el avance. También reemplazó al jefe del Estado Mayor del Ejército.
Aunque Kabul no se ha visto amenazada, la sorprendente rapidez de la ofensiva talibán suscita la pregunta de por cuánto tiempo podrá el gobierno mantener el control en el campo de batalla.
Los múltiples frentes han exigido el máximo a las fuerzas de operaciones especiales del gobierno, mientras muchas de las tropas regulares han huido de los combates, y la violencia ha llevado a miles de civiles a buscar refugio en la capital.
Las fuerzas estadounidenses, que planean completar su retiro del país para fin de mes, han lanzado algunos ataques aéreos, pero en general han evitado participar de los combates en tierra.
Humayoon Shahidzada, un legislador de Farah, en el oeste del país, confirmó este miércoles la caída de la capital regional a la agencia AP. La vecina provincia de Nimroz fue invadida en los últimos días tras una campaña insurgente de una semana.
“La situación está bajo control en la ciudad, nuestros muyaidines están patrullando la ciudad”, dijo un combatiente que no se identificó y se refirió a sus compañeros como “guerreros santos”.
Hujatullah Kheradmand, un legislador de Badakhshan, dijo que los talibanes habían tomado la capital de su provincia, Faizabad. Y un funcionario que habló bajo condición de anonimato para reportar una pérdida no reconocida, apuntó que la capital de Baghlan, Poli-Khumri, también cayó.
Los insurgentes habían tomado otras seis capitales de provincia en menos de una semana, incluyendo Kunduz, en la región homónima, que es una de las ciudades más grandes del país.
En una conversación con reporteros el martes, un alto funcionario de la Unión Europea dijo que los insurgentes ocupaban unos 230 distritos de los 400 existentes en Afganistán. Según la fuente, que habló bajo condición de anonimato para discutir datos internos, otros 65 estaban en manos del gobierno y los demás en disputa.
Tras una misión militar occidental de 20 años y una inversión de miles de millones de dólares en entrenamiento y refuerzo de las fuerzas de seguridad afganas, muchos no se explican su derrumbe y sus huidas de las batallas, en ocasiones por cientos. El peso de los combates han recaído en gran medida en pequeños grupos de fuerzas elite y en la fuerza aérea afgana.
El enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, advirtió a los talibanes el martes que cualquier gobierno que llegue al poder por la fuerza en Afganistán no será reconocido por la comunidad internacional.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.