El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el miércoles que le expresó al presidente ruso, Vladimir Putin, durante su cumbre en Ginebra, Suiza, que su agenda "no es en contra de Rusia", pero que Estados Unidos "siempre hablará sobre los derechos humanos".
Biden dijo que planteó el caso del disidente ruso Alexei Navalny, así como el de dos estadounidenses "encarcelados injustamente" en Rusia.
"La conclusión es que le dije al presidente Putin que necesitamos tener algunas reglas básicas de la carretera, que todos podamos cumplir", dijo Biden a los periodistas, y agregó que la conversación que duró cerca de cuatro horas, tuvo un "tono positivo".
Biden describió el tono de la reunión con Putin de “bueno y positivo” y dijo que los dos países tienen la “responsabilidad única” de manejar la relación diplomática de dos naciones ponderosas. El líder estadounidense aseguró que busca tener una relación “predecible y estable” con Rusia y que los dos países deben poder “cooperar cuando es parte de su interés mutuo”.
El presidente Biden le preguntó el miércoles al presidente ruso Vladimir Putin cómo se sentiría si alguien llevara a cabo un ataque de ransomware (secuestro de datos) en los oleoductos rusos, una pregunta puntual durante su cumbre que ilustró la amplitud de sus desacuerdos.
La consulta se refería a un ciberataque que cerró el sistema Colonial Pipeline Co durante varios días en mayo, evitando que millones de barriles de gasolina, diésel y combustible para aviones fluyeran a la costa este de Estados Unidos desde la costa del Golfo.
Si bien dijo que no había amenazado a Putin en sus conversaciones, que un alto funcionario estadounidense dijo que habían durado alrededor de tres horas, Biden dijo que había planteado una pregunta teórica a su homólogo ruso sobre los peligros de los ciberataques.
"Lo miré y le dije ¿Cómo se sentiría usted si el secuestro de datos se apoderara de los oleoductos de sus campos petroleros? Dijo que importaría", dijo Biden a los periodistas en una conferencia de prensa en solitario, que en sí misma es una ilustración de las tensiones entre las dos naciones.
Biden indicó que le dijo a Putin que la infraestructura crítica debería estar "fuera de los límites" de los ciberataques, y dijo que la lista de organizaciones que deberían estar fuera de los límites incluía 16 sectores que no identificó.
Biden explicó que también acordaron encargar a expertos de ambos países para trabajar en una comprensión de lo que “está prohibido” en ataques cibernéticos. Rusia ha sido señalada de estar detrás de varios ciberataques a objetivos privados y públicos en EE.UU.
Estados Unidos ha sido el objetivo de dos ciberataques recientes en Colonial Pipeline —un importante gaseoducto—en mayo y en JBS Foods—una empresa procesadora de carne—la semana pasada.
La Casa Blanca confirmó que uno de los acuerdos alcanzados fue en materia de seguridad nuclear.
"La reciente prórroga del nuevo tratado START ejemplifica nuestro compromiso con el control de las armas nucleares. Hoy reafirmamos el principio de que una guerra nuclear no se puede ganar y nunca se debe pelear", aseguró la Casa Blanca en un comunicado conjunto, al final de la conferencia de prensa de Biden.
Además del acuerdo en seguridad nuclear, Rusia y EE.UU. comenzarán un “diálogo bilateral de estabilidad estratégica”, compuesto por expertos y diplomáticos de ambos países para controlar la proliferación de armas, aseguró la Casa Blanca.
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