El líder norcoreano Kim Jong Un se centró en cuestiones económicas internas en una reunión del politburó del Partido de los Trabajadores en el poder, según informaron el lunes los medios estatales, mientras el país aumentaba la presión sobre Corea del Sur por el activismo de los desertores.
La reunión de dos días del máximo órgano ejecutivo del partido llega en un momento de incertidumbre económica en medio de la pandemia global de la COVID-19, que está añadiendo presión sobre una economía norcoreana ya golpeada por las sanciones internacionales destinadas a detener su programa nuclear.
En la reunión se discutieron “temas cruciales que surgen para seguir desarrollando la economía autosuficiente del país y mejorar el nivel de vida de la gente”, dijo la agencia de noticias estatal KCNA.
Kim no mencionó las crecientes críticas del Norte a Corea del Sur o a los desertores norcoreanos que la llaman su hogar.
Durante varios días, Corea del Norte ha arremetido contra Corea del Sur, amenazando con cerrar una oficina de enlace intercoreana y otros proyectos si Seúl no impide que los desertores envíen panfletos y otros materiales al Norte.
El lunes, Corea del Norte no respondió a una llamada telefónica diaria de rutina por parte de los responsables surcoreanos por primera vez desde 2018, dijo el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.
El ministerio ha dicho que Corea del Sur sigue comprometida con el seguimiento de los acuerdos intercoreanos y está considerando proponer una legislación para prohibir a los grupos que envíen material a Corea del Norte.
La noticia de la KCNA sobre la decimotercera reunión del politburó se centró en asuntos económicos internos, incluyendo la industria química y la producción de fertilizantes como “un importante empuje de la economía nacional”.