Este lunes se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia en países de la región y Estados Unidos. El departamento de Estado estadounidense reiteró los esfuerzos del gobierno en los últimos 16 años para "reafirmar los derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las personas, incluidas las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer e intersexuales".
El secretario de Estado, Antony Blinken, expuso en un comunicado: "Sin duda, hemos enfrentado desafíos y retrocesos en nuestro camino hacia la inclusión, y nuestro trabajo aún no está completo".
El departamento de Estado enfatizó que el mensaje de "Juntos: ¡resistiendo, apoyando, sanando!" es especialmente conmovedor como el tema de este año.
"Poner fin al odio y la violencia contra las personas LGBTQI + requiere una acción colaborativa de todos nosotros. Estados Unidos está haciendo su parte", dijo Blinken a través del texto.
Además expuso que durante las primeras semanas de su administración, el presidente Biden emitió un Memorando en el que instruía a todas las agencias federales estadounidenses que trabajan en el extranjero para garantizar que los esfuerzos diplomáticos de los Estados Unidos y la asistencia exterior promuevan y protejan los derechos humanos de las personas LGBTQI.
"Ese importante trabajo está bien encaminado", afirmó Blinken. "La nación está está dando prioridad a los esfuerzos en varias áreas clave: combatir la criminalización del estatus o conducta LGBTQI +; proteger a los refugiados y solicitantes de asilo LGBTQI + vulnerables; proporcionar financiación para proteger los derechos humanos y promover la no discriminación; responder a los abusos de los derechos humanos de las personas LGBTQI +; y la construcción de coaliciones y la participación de organizaciones internacionales en la lucha contra la discriminación LGBTQI +", afirmó.
Un derecho humano
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a disfrutar de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
"Al celebrar las contribuciones de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, queer e intersex en todo el mundo, Estados Unidos reafirma este valor compartido: todos merecen vivir con dignidad", concluyó el texto del departamento de Estado.
La fecha llega en momentos en que se mantienen enormes retos para la comunidad internacional en materia de respeto a derechos humanos combate a la violencia y marginación contra estos colectivos LGBTI que aún persisten en los países –a diferentes escalas- según reiteran defensores y organizaciones que trabajan con estas comunidades.
Desde esta fecha en 1990, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó de la lista de enfermedades mentales la homosexualidad, se dio un paso importante para combatir la discriminación y el odio contra las personas gay, lesbianas y transgénero, recuerda el director general de Naciones Unidas, Organismos de Derechos Humanos para el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y la Unión Europea, Fernando Fernández-Arias.
“Hay 70 países donde las relaciones consensuadas entre personas adultas del mismo sexo están criminalizadas o tipificadas en sus códigos penales como delitos, y de estos países hay 11 donde la pena que se aplica es la pena de muerte… Pero más cerca de nosotros en países europeos cada vez se escuchan más discursos de líderes políticos, sociales o religiosos que incitan al odio contra las personas LGBTI”, recordó Fernández-Arias a través de un video en redes sociales para conmemorar la fecha.
Desde Washington, la activista Ruby Corado, directora y fundadora de Casa Ruby, un centro de acogida y atención en la capital estadounidense para personas de estos colectivos, habla con la Voz de América y recuerda que las trabas para avanzar al pleno derecho de libertades están cimentadas en las trabas mismas del sistema donde todavía queda mucho trayecto que recorrer para la tolerancia.
Ella enumera los sitios como las escuelas, los centros de trabajo y las rígidas estructuras de la familiares que en muchos casos imponen la marginación obligada a sus miembros cuando declaran sus preferencias sexuales o de identidad de género.
“La realidad es que el mismo sistema separa a las personas que están en el frente de la batalla contra la discriminación, y cuando hablo del sistema me refiero a todo lo que atañe a la vida cotidiana como los gobiernos, las escuelas, las empresas, y deja a las personas LGBT atrapadas”, explica Corado.
Su organización trabaja también con inmigrantes centroamericanos en Washington muchos de los cuales han salido de sus países por su condición de personas vulneradas y temen ser víctimas de violencia si regresan. A la fecha esta activista dice que trabajan con organizaciones similares en Guatemala, Honduras y El Salvador que buscan apoyos para mejorar las condiciones del colectivo.
En América Latina son escasos los países que cuentan con leyes establecidas y marcos jurídicos de pleno derecho para colectivos LGBTI, a lo menos discusiones para reconocer el derecho al matrimonio igualitario.
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