Japón está conmemorando el décimo aniversario del masivo terremoto y el sunami que devastó en 2011 decenas de aldeas y poblados, y provocó uno de los peores desastres nucleares registrados en el mundo.
El primer ministro Yoshihide Suga y el emperador Naruhito acompañaron a los dolientes a un momento de silencio durante una ceremonia de recordación en Tokio en la hora exacta en que el sismo de magnitud 9,0 desató el sunami que arrasó el noroeste de Japón e inundó después la planta nuclear de Fukushima.
Las altas olas interrumpieron la electricidad y los sistemas de enfriamiento de la planta, lo que provocó el colapso de tres reactores y el lanzamiento al aire de grandes cantidades de radiación que forzaron a la evacuación de cientos de miles de residentes.
Fue el peor desastre nuclear en el planeta desde el accidente de Chernobyl, Ucrania, en 1986.
El gobierno japonés ha invertido más de 300.000 millones de dólares en proyectos de reconstrucción en Fukushima y otras áreas colindantes, pero muchas zonas siguen aisladas debido a los elevados niveles de radiación.
Más de 40.000 residentes continúan desplazados por el colapso de la planta nuclear de Fukushima.
Residentes de la costa noreste de Japón se congregaron desde temprano para colocar ofrendas florales y expresar oraciones en silencio para las más de 18.000 personas que perdieron la vida en el desastre.