El obrero indio Tejasvi Duseja está desesperado por regresar a casa después de meses varado en alta mar por los cierres fronterizos y confinamientos por coronavirus que han dejado a más de 200,000 marineros en el limbo.
Desde ingenieros en buques de carga hasta camareros en cruceros de lujo, los trabajadores con base en el océano de todo el mundo se han visto atrapados en lo que advierte la ONU es una creciente crisis humanitaria a la que se atribuye varios suicidios.
Muchos han quedado atrapados en embarcaciones durante meses después de que se suponía que sus viajes terminarían, ya que las restricciones de viaje interrumpieron las rotaciones normales de la tripulación.
"Mentalmente, estoy harto... pero sigo aguantando porque no tengo otra opción", dijo Duseja, de 27 años, a la AFP a través de WhatsApp y Facebook Messenger a fines de junio cuando el buque de carga de propiedad india en el que trabaja flotaba cerca de Malasia.
Duseja, uno de los aproximadamente 30,000 trabajadores indios que no pueden abandonar sus barcos, había extendido su contrato de siete meses unos meses antes de que ocurriera la pandemia.
"La última vez que bajé de este barco de 200 metros (650 pies) fue en febrero", dijo.