La depuesta líder de facto de Myanmar, Aung San Suu Kyi, hizo otra comparecencia ante el tribunal el lunes cuando los vecinos regionales del país aumentan la presión sobre la junta militar para que ponga fin al mortal caos.
Los abogados de Suu Kyi, de 75 años, también comparecieron por videoconferencia en una sala de audiencias en la capital, Naipyidó, para una audiencia procesal.
Suu Kyi ha estado detenida desde el golpe del 1 de febrero y enfrenta seis cargos penales, el más grave de ellos es el de violar la ley de secretos de la era colonial del país que podría ponerla en prisión durante 14 años si es declarada culpable.
Sus abogados dicen que el lunes volvió a exigir una reunión cara a cara con su equipo legal, lo que no ha ocurrido durante su detención.
![Familiares lloran la muerte de un hombre que fue abatido durante las protestas contra el golpe de estado en Rangún, Myanmar. [Foto de archivo]](https://gdb.voanews.com/816d0210-a488-48ac-b4e4-b01700c20fde_w100_r1.jpg)
Otros dos líderes del gobierno civil derrocado, el presidente U Win Myint y el doctor Myo Aung, presidente del consejo de Naipyidó, también comparecieron ante el tribunal por videoconferencia. La próxima audiencia para los tres se llevará a cabo el 10 de mayo.
El ejército citó el fraude generalizado en las elecciones generales de noviembre pasado, que la Liga Nacional para la Democracia de Suu Kyi ganó de manera aplastante, como la razón para derrocar al gobierno de Suu Kyi.
El golpe ha provocado manifestaciones masivas diarias en todo Myanmar exigiendo el regreso de Suu Kyi y su gobierno electo al poder.
La junta ha respondido con una represión cada vez más violenta y mortal contra los manifestantes. La Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos, una organización de monitoreo no gubernamental, estima que más de 700 personas han sido asesinadas desde el golpe.
Los líderes del bloque regional de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) de 10 naciones, del cual Myanmar es miembro, sostuvieron una cumbre de emergencia el sábado en Yakarta con el general de alto rango Min Aung Hliang, líder de la junta. El grupo emitió una declaración poco común exigiendo que la junta ponga fin a la violencia, inicie un diálogo con todas las partes relevantes y permita la entrada de un enviado especial de la ASEAN.
Sin embargo, no llegó a exigir la liberación inmediata de todos los presos políticos.
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