La Organización de las Naciones Unidas, ONU, apeló este martes por contribuciones récord de 35.000 millones de dólares para proveer en 2021 apoyo humanitario vital a 160 millones de personas víctimas de los estragos económicos que ha causado la pandemia del coronavirus en todo el mundo.
“Conflictos, cambio climático y COVID-19 han creado los desafíos humanitarios más grandes desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo el secretario general, Antonio Guterres, en un mensaje grabado en que solicitó la ayuda.
Guterres pidió a los donantes que ayuden a los que están en el mayor riesgo “en su hora más oscura de necesidad”.
La ONU dice que la necesidad actual es incluso mayor: unas 235 millones de personas, una de cada 33 en el planeta, requiere ayuda o protección. Eso es un 40% más que en 2020.
Hay más de 63 millones de casos confirmados de coronavirus en el mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Casi 1,5 millones han muerto y decenas de millones han perdido sus trabajos y sus medios de vida durante los confinamientos impuestos para frenar al virus.
“No es la enfermedad de por sí, por desagradable que sea… lo que está afectando más a la gente en países vulnerables. Es el impacto económico”, dijo a reporteros el director humanitario de la ONU, Mark Lowcock.
“Precios en alza de los alimentos, menos ingresos, caída de las remesas, programas de vacunación interrumpidos, escuelas cerradas: todo esto golpea más duro a los más pobres en las regiones más pobres”, agregó.
La ONU ya advirtió sobre alarmantes niveles de baja alimentación en siete países que podrían caer en una hambruna el año que viene sin asistencia. Se trata de Afganistán, Burkina Faso, la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Sudán del Sur y Yemen.
Hace dos semanas, la ONU liberó 100 millones de dólares de un fondo de emergencia para prevenir un deterioro mayor. Sin embargo, decenas de otros países están enfrentando desafíos extremos y requieren más apoyo.
Lowcock dijo que por primera vez desde la década de 1990 los niveles de extrema pobreza subirán, lo que borraría décadas de progreso.
“Si no hay un apoyo para los países más pobres, el legado de la pandemia será largo y difícil, y llevará caos y anarquía”, añadió.
Lowcock dijo que esto no es bueno para los países más ricos, y aunque 35.000 millones de dólares puedan parecer mucho dinero, las principales naciones ricas del mundo han canalizado billones de dólares en sus economías para mantenerlas a flote.
“En la medida en que nos acercamos al final de un año difícil, enfrentamos una opción como comunidad global: ¿vamos a dejar que esta pandemia destruya décadas de progreso, o vamos a actuar ahora para hacer algo?”, preguntó.
Este año, los programas humanitarios de la ONU llegaron a casi 100 millones de personas en 25 países. En su apelación humanitaria para 2020, la cual fue revisada para incluir fondos para la respuesta a COVID-19, la ONU apeló por 39.000 millones de dólares.
Sin embargo, hasta la fecha, solo ha recibido 22.000 millones, lo que ha dejado algunos programas gravemente afectados.