El crítico del Kremlin, Alexei Navalny, estaba luchando por su vida en un hospital de Siberia el jueves después de beber té que, según sus aliados, estaba mezclado con veneno.
Navalny, feroz crítico del presidente Vladimir Putin, comenzó a sentirse mal en un avión que regresaba a Moscú desde Tomsk en Siberia el miércoles por la mañana. Fue sacado del avión en una camilla después de que realizó un aterrizaje de emergencia en Omsk.
Kira Yarmysh, su portavoz, dijo que estaba en cuidados intensivos en condición grave pero estable, y con un respirador pulmonar artificial en un hospital en Omsk, a unos 2.200 kilómetros (1370 millas) al este de Moscú.
"Suponemos que Alexei fue envenenado con algo mezclado en su té. Fue lo único que bebió en la mañana. Alexei ahora está inconsciente", dijo Yarmysh.
Los médicos dieron información contradictoria sobre su estado, diciendo que se había estabilizado y que estaba en coma, pero también que aún existía una amenaza para su vida y que estaban trabajando para salvarlo.
Mientras tanto, un avión ambulancia con un equipo especializado en tratar a pacientes comatosos estaba previsto a partir de Alemania para recoger a Navalny el jueves por la noche, anunció la Fundación Cinema por la Paz.
Dicha fundación fue creada por el activista y cineasta eslovaco Jaka Bizilj, que en el 2018 coordinó el traslado desde Moscú del también disidente ruso Pyotr Verzilov, igualmente envenenado en Rusia,
Versilov fue ahora quien pidió el traslado de Berlín de Navalny.
"Estamos en contacto con las autoridades y esperamos que todos los permisos para el transporte y equipo médico para el paciente en coma sean emitidos esta noche", dijo Bizilj, agregando que el Hospital Charite, de Berlín, está listo para admitir a Navalny.
La esposa de Navalny, Yulia, voló desde Moscú para estar con él, pero Yarmysh dijo que los funcionarios del hospital hasta ahora le habían impedido ver a su esposo, citando la falta de consentimiento del paciente.
Existe una larga historia de enemigos del Kremlin envenenados o enfermos después de sospecha de envenenamientos. Incluyen a Alexander Litvinenko, quien murió en Londres en 2006 después de beber té mezclado con polonio-210, y Sergei Skripal, un exagente doble que fue envenenado con un agente nervioso en 2018 en Salisbury, Inglaterra.
El Kremlin ha negado repetidamente su participación en esos y otros incidentes, calificándolos de provocaciones antirrusas. Dijo el jueves que los médicos estaban haciendo todo lo posible para ayudar a Navalny y le deseaban una pronta recuperación. Cualquier envenenamiento deberá ser confirmado por pruebas de laboratorio, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El presidente francés, Emmanuel Macron, había ofrecido también "toda la asistencia necesaria" de su país para el líder opositor ruso.
Según The Associated Press, Macron dijo a los periodistas el jueves: "Estamos extremadamente preocupados y entristecidos" por lo que le sucedió a Navalny, y señaló que Francia ofreció al líder de la oposición y su familia ayuda con atención médica u otra protección no especificada.
Macron insistió en la necesidad de aclarar lo sucedido.