Francia aconsejó a sus ciudadanos y empresas el jueves que abandonaran temporalmente Pakistán, citando “serias amenazas a los intereses franceses” en la nación del sur de Asia.
La medida sigue a las violentas protestas de esta semana en gran parte de Pakistán por parte de activistas del partido islamista radical Tehreek-i-Labaik Pakistan (TLP), que ha estado exigiendo que Islamabad expulse al embajador francés por la publicación de caricaturas contra el Islam en Francia.
"Debido a las serias amenazas a los intereses franceses en Pakistán, se aconseja a los ciudadanos franceses y las empresas francesas que abandonen temporalmente el país", dijo la embajada de Francia en un correo electrónico a sus aproximadamente 500 ciudadanos que viven en Pakistán. "Las salidas se realizarán por las aerolíneas comerciales existentes”, indicaba el aviso.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pakistán, Zahid Hafeez Chaudhri, dijo en respuesta al aviso francés que el gobierno estaba tomando medidas para mejorar la situación. “Somos conscientes del consejo, que parece basarse en su propia evaluación de la situación. Por su parte, el gobierno está tomando medidas mejoradas para el mantenimiento del orden público y la prevención de daños a la vida y la propiedad ”, dijo Chaudhri.
Los ataques sin precedentes contra la policía llevaron al gobierno paquistaní a declarar al TLP como una organización proscrita según las leyes antiterroristas del país. Los miembros del TLP salieron a las calles en las principales ciudades el lunes, poco después de que las autoridades de la ciudad oriental de Lahore detuvieran a su líder, Saad Rizvi, bloquearon carreteras en las principales ciudades, y paralizaron los negocios y la vida diaria.
El ministro del Interior de Pakistán, Sheikh Rashid Ahmed, dijo el jueves que la policía y las fuerzas paramilitares habían dispersado a los manifestantes en la mayoría de los lugares, pero no en todos.
Ahmed defendió el arresto de Rizvi, diciendo que Rizvi planeaba liderar una marcha sobre Islamabad para asediar la capital en relación con la demanda del TLP de la expulsión del embajador francés. El ministro del Interior desestimó la demanda como ilegítima y dijo que no se puede permitir que entidades como el TLP dicten condiciones al estado paquistaní.
El TLP ha cobrado importancia en Pakistán en los últimos años. Junto con las manifestaciones contra Francia, el partido ha presionado al gobierno paquistaní para que no derogue ni reforma las duras leyes de blasfemia del país, que los críticos dicen que a menudo se utilizan para intimidar a las minorías religiosas y resolver disputas personales.
