Polonia pide la liberación de los miembros arrestados del opositor Consejo de Coordinación de Bielorrusia, dijo el miércoles el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.
Se trata de los opositores Olga Kovalkova y Sarhei Dyleuski, arrestados el lunes cerca de la entrada de una fábrica en Minsk. Este martes ambos comparecieron ante el tribunal tras una noche en la cárcel. Han sido citados a declarar esta semana otros opositores que integran el opositor Consejo de Coordinación de la Oposición.
El presidente bielorruso, Aleksander Lukashenko, con 26 años en el poder, acusó al Consejo de intento de golpe de Estado. Protestas masivas han tenido lugar desde las elecciones del 9 de agosto, que según resultados oficiales dio por ganador a Lukashenko. Los opositores y manifestantes aseguran que hubo fraude electoral.
"Pedimos conjuntamente la liberación de todos los presos políticos, y pedimos enérgicamente la liberación de los miembros arrestados del Consejo de Coordinación", dijo el primer ministro Morawiecki después de una reunión con políticos de la oposición polaca.
Premio Nobel pide a Rusia que interceda con Lukashenko
La reconocida escritora de Bielorrusia, Svetlana Alexievich, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 2015, solicitó el miércoles a Rusia que ayude a persuadir al presidente Alexander Lukashenko para que dialogue con la oposición en aras de poner fin a la actual crisis en el país.
Alexievich fue interrogada el miércoles sobre un caso penal en el que se acusa a opositores de un intento ilegal de tomar el poder.
"Ahora Lukashenko solo habla con Putin. Necesitamos que hable con la gente", dijo la ganadora del Nobel a periodistas que estaban afuera del Comité de Investigación, donde apareció para ser interrogada.
"Quizás el mundo pueda ayudarnos, para que Lukashenko negocie con alguien", dijo y agregó: "Necesitamos que el mundo ayude, y tal vez Rusia".
Alexievich salió poco tiempo después y dijo que había invocado su derecho a no testificar contra sí misma. Dijo que no había base para la investigación: "Cuanto más estemos juntos, más fuertes seremos y mayores posibilidades tendremos de hacer que las autoridades hablen con nosotros".
Alexievich es una de las docenas de figuras públicas que integran el Consejo de Coordinación de la oposición formado la semana pasada. El Consejo tiene el objetivo declarado de negociar una transición pacífica del poder después de unas elecciones que han catalogado de "fraudulentas".
Grupos de derechos humanos dijeron el miércoles que la policía bielorrusa había arrestado a decenas de manifestantes que regresaban a casa de manifestaciones pacíficas, después de días en los que las autoridades ejercieron una relativa moderación hacia manifestaciones masivas contra el gobierno.
Aunque Lukashenko ha llamado a los manifestantes "ratas" y dijo que dio la orden de sacarlos de las calles, la policía había sido relativamente moderada en los últimos días.
Por el amor de Dios
En los primeros días de las protestas, la policía golpeó a los manifestantes y muchos de los arrestados salieron para decir que habían sido abusados bajo custodia. En sus comentarios antes del interrogatorio, Alexeivich deploró esa violencia.
"Por el amor de Dios, que no se derrame sangre", dijo. "Lo que vimos los primeros tres días, cuando convirtieron a la gente en carne, es del siglo pasado".
Grupos de derechos civiles enumeraron a más de 30 personas que habían sido arrestadas el martes. Un caso reportado fue el de un hombre que llevaba una bandera de oposición roja y blanca en el hombro mientras caminaba con su esposa y su hijo pequeño, cuando se detuvo un automóvil sin distintivos, dijo el grupo. Según la versión de testigos, dos hombres vestidos de civil saltaron, empujaron a la mujer y al niño, metieron al hombre en el coche y se marcharon.
El Ministerio del Interior dijo que la policía había detenido a 51 personas por violaciones administrativas después de manifestaciones no autorizadas el martes. Por lo general, informa sobre decenas de arrestos por día.
Bielorrusia tiene los lazos culturales, económicos y políticos más estrechos con Rusia que cualquier otro estado de la era soviética. Rusia ha manifestado su apoyo a Lukashenko, incluido el envío de periodistas para la televisión estatal, después de que trabajadores del sector renunciaran en protesta contra lo que describieron como órdenes de transmitir propaganda.