Estados Unidos exigirá que los diplomáticos chinos de alto nivel reciban aprobación previa antes de visitar los campus universitarios de Estados Unidos y reunirse con funcionarios de gobiernos locales, citando la política de reciprocidad que rige la relación entre ambos países.
Las nuevas medidas se producen mientras Washington dice que las autoridades chinas han impuesto restricciones significativas a los diplomáticos estadounidenses que trabajan en China.
"El Partido Comunista Chino ha implementado un sistema de procesos de aprobación opaco diseñado para evitar que los diplomáticos estadounidenses realicen negocios regulares, asistan a eventos, reuniones y se conecten con el pueblo chino, especialmente en los campus universitarios y a través de la prensa y las redes sociales", dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, el miércoles en una rueda de prensa.
Los eventos culturales con una audiencia superior a 50 personas organizados por la embajada de China y las oficinas consulares fuera de las propiedades de la misión también requerirán la aprobación previa del Departamento de Estado.
Estados Unidos también está trabajando para garantizar que todas las cuentas oficiales de las redes sociales de la embajada y el consulado chino estén debidamente identificadas como cuentas del gobierno chino.
Las últimas medidas se producen después de que a la embajada de Estados Unidos en China se le negara el acceso ilimitado a las redes sociales locales, al tiempo que a los ciudadanos del gigante asiático se les impide el uso de plataformas de redes sociales como Twitter y Facebook.
Pompeo dijo el miércoles que los nuevos requisitos son "una respuesta directa" a las "restricciones excesivas" que China ya ha impuesto a los diplomáticos estadounidenses, con el objetivo de brindar "mayor transparencia" sobre las prácticas del gobierno chino.
"Si la RPC (República Popular China) elimina las restricciones impuestas a los diplomáticos estadounidenses, estamos listos para corresponder", dijo Pompeo en un comunicado.
Las nuevas medidas siguen a un anuncio de octubre pasado de que todos los diplomáticos y funcionarios chinos que viajen a EE.UU. por asuntos oficiales deberán notificar con anticipación al Departamento de Estado las reuniones con funcionarios locales, estatales y federales, así como con instituciones educativas y de investigación.