Un hombre noruego que asesinó a su hermanastra nacida en China y luego abrió fuego contra una mezquita el año pasado fue sentenciado el jueves a 21 años de prisión, la pena máxima según la ley noruega.
Philip Manshaus, de 22 años, no se disculpó ni se arrepintió de sus crímenes y dijo que deseaba haber podido causar más derramamiento de sangre.
Los fiscales lo llamaron "una persona extremadamente peligrosa", y la jueza Annika Lindstroem desestimó los argumentos de defensa de que Manshaus estaba loco cuando dijo que se estaba defendiendo a sí mismo y defendiendo a otros del "enemigo", y creía que "la raza blanca está al borde de la extinción".
Manshaus fue sentenciado a dos décadas en "detención preventiva", que se otorga a delincuentes considerados peligrosos para la sociedad.
Manshaus mató a su hermanastra de 17 años, Johanne Zhangjia Ihle-Hansen, disparándole cuatro veces con un rifle de caza. Ella fue adoptada en China cuando tenía 2 años y su madre se casó más tarde con el padre de Manshaus.
Después de asesinar a Ihle-Hansen, Manshaus condujo hasta una mezquita cercana en un suburbio de Oslo y abrió fuego en la puerta principal.
Un miembro de la mezquita lo dominó antes de que pudiera entrar, donde los fiscales dicen que estaba buscando incendiar el edificio.
Lindstroem dijo que Manshaus se inspiró en la masacre de marzo de 2019 en dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, y en el ataque a hispanos fuera de una tienda Walmart en El Paso, Texas, también en 2019.
