El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presidió el martes la firma de sendos acuerdos diplomáticos entre Israel y dos países árabes del golfo Pérsico -Emiratos Árabes Unidos y Baréin- en lo que podría suponer un cambio dramático en la dinámica de poder en Oriente Medio.
"En toda la historia de Israel, solo se habían producido dos acuerdos como estos previamente. Ahora, hemos alcanzado dos en un solo mes y quedan más por venir", afirmó Trump durante la ceremonia, celebrada en la Casa Blanca.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y los ministros de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Abdullah bin Zayed Al Nahyan, y Bahrein, Abdullatif bin Rashid Al Zayani, firmaron los acuerdos ante una multitud que se dio cita en los jardines de la residencia presidencial, que incluía entre otros a representantes del cuerpo diplomático de estas naciones destacados en Washington.
El mandatario estadounidense destacó "el coraje" de los líderes de estos tres países, que han posibilitado vislumbrar "un futuro en el que gente de todos los credos y orígenes vivan en paz y prosperidad".
Trump y sus aliados esperan que los históricos acuerdos mejoren sus credenciales como pacificador en el apogeo de su campaña de reelección en las elecciones presidenciales de noviembre.
Acuerdo trilateral
Además de los acuerdos bilaterales individuales firmados por Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin, los tres países firmaron un documento trilateral, dijeron los funcionarios. Los acuerdos se denominan 'Acuerdos de Abraham' en honor al patriarca de las tres principales religiones monoteístas del mundo.
"Los Acuerdos de Abraham abren también una puerta a que musulmanes de todo el mundo visiten lugares históricos en Israel y recen en la Mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, el tercer lugar más sagrado para el Islam", observó Trump.
Los acuerdos no pondrán fin a ningún conflicto bélico específico, ya que estas tres naciones no están en guerra entre sí, sino que formalizarán la normalización de las ya cálidas relaciones del Estado judío con estos dos países. Pese a que no abordan el prolongado conflicto entre Israel y Palestina, pueden allanar el camino para un acercamiento árabe-israelí más amplio después de décadas de enemistad, un par de guerras y solo dos acuerdos de paz anteriores.
Preguntado sobre si contempla la posibilidad de alcanzar un acuerdo también con Palestina, que ha calificado el gesto de los Emiratos Árabes Unidos y Baréin como una "puñalada en la espalda", Trump se mostró optimista y dijo creer que será posible "cuando estén listos".
La ceremonia del martes se produjo tras meses de gestiones diplomáticas lideradas por el yerno y asesor principal de Trump, Jared Kushner, y el enviado de la Casa Blanca para las negociaciones internacionales, Avi Berkowitz. Los primeros resultados se dieron a conocer el 13 de agosto con el anuncio del acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos. A esto le siguió el primer vuelo comercial directo entre los países y luego el anuncio el 11 de septiembre del acuerdo entre Baréin e Israel.
Los acuerdos firmados este lunes contemplan que "Israel, Emiratos Árabes Unidos y Baréin establecerán embajadas, intercambiarán embajadores y comenzarán a colaborar y trabajar juntos con fuerza para cooperar como socios en una amplia gama de sectores, desde el turismo al comercio, y de la atención médica a la seguridad", explicó Trump.
"Van a trabajar juntos. Son amigos", zanjó el mandatario estadounidense.
Un funcionario de alto rango de la Casa Blanca dijo el lunes que los documentos se habían completado y que el acuerdo entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel sería más largo y detallado que el acuerdo de Baréin porque había habido más tiempo para finalizarlo.
Algunas críticas
Los escépticos, incluidos observadores, analistas, expertos y exfuncionarios de Oriente Medio, han expresado sus dudas sobre el impacto de los acuerdos y algunos lamentan que ignoren a los palestinos, que han rechazado los acuerdos de sus vecinos árabes con Israel.
El martes palestinos salieron a las calles a protestar por la firma del acuerdo, según imágenes divulgadas por la agencia Reuters.
El mayor grupo de oposición dominado por chiítas de Baréin, Al-Wefaq, que el gobierno ordenó disolver en 2016 en medio de una represión de un año contra la disidencia, dijo que hay un rechazo generalizado en el país respecto a la normalización de relaciones.
Al-Wefaq dijo en un comunicado que se une a otros bareiníes que rechazan categóricamente el acuerdo para normalizar los lazos con la "entidad sionista" y criticó al gobierno por aplastar la capacidad del público para expresar opiniones "para ocultar el grado de descontento" por la normalización.