Autoridades rusas y sirias confirmaron que aeronaves rusas lanzaron una nueva ola de ataques contra el grupo Estado islámico y otros insurgentes en el centro y norte de Siria.
Un funcionario sirio que no quiso revelar su nombre dijo que los ataques fueron "concentrados y precisos" y destruyeron un centro de combate en la localidad de Latamneh, en el centro del país, y atacó posiciones en las áreas de Jisr al-Shughour y Maaret al-Numan, en el noroeste.
Por su parte el portavoz del ejército ruso, el mayor general Igor Konashenkov, señaló que las aeronaves de combate realizaron 20 misiones en Siria en las últimas 24 horas, impactando nueve objetivos del Estado Islámic. Dijo que se destruyó un almacén de armas y puesto de comando de Estado Islámico en el área de Raqqa, la capital de los extremistas.
Rusia asegura que los ataques son en contra del Estado Islámico y la filial de al-Qaida en Siria, pero al menos algunos de los ataques parecen haber golpeado a las facciones rebeldes que cuentan con apoyo de occidente por lo que Estados Unidos ha expresado su preocupación al estar Rusia interviniendo para beneficiar al régimen de Bashar al-Assad.
El Pentágono urgió el jueves al ejército ruso que centre sus atatques aéreos contra objetivos del grupo Estado islámico, en lugar de combatir a los rebeldes sirios que se oponen al presidente sirio Bashar al-Assad y que cuentan con el apoyo de EE.UU. y sus aliados.
