El fiscal especial Robert Mueller que investiga la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016 está estudiando los tuits del presidente Donald Trump y los mensajes negativos que el mandatario ha hecho sobre el fiscal general Jeff Sessions y sobre el ex director del FBI, James Comey, informa el New York Times.
Varios de los mensajes del presidente tuvieron lugar al mismo tiempo que Trump presionó en privado a ambos, testigos clave en la investigación, y Mueller está averiguando si las acciones podrían ser intentos de obstruir la pesquisa mediante la intimidación a testigos y la presión a altos cargos del Departamento de Justicia con el fin de obstaculizar la investigación, dice el diario.
Mueller ha dicho a los abogados de Trump que quiere preguntarle sobre los tuits.
Se trata del más reciente interés del fiscal especial en una serie de acciones del presidente que Mueller investiga como parte de un posible caso de obstrucción, que según el NYTimes incluyen: los encuentros privados con Comey, Sessions y otros funcionarios del gobierno sobre la investigación a rusia, declaraciones engañosas de la Casa Blanca, ataques públicos y posibles ofrecimientos de perdón a potenciales testigos.
Los abogados del presidente aseguran que nada de lo que el fiscal especial está analizando constituye obstrucción, dicen que la mayoría de las acciones del presidente que son estudiadas, incluido el despido de Comey, están dentro de la autoridad del mandatario como jefe del Ejecutivo e insisten en que él no tendría que responder preguntas de Mueller sobre una obstrucción.
Sin embargo, el NYTimes también dice que en privado algunos de los abogados de Trump han expresado preocupación de que Mueller pueda juntar varios episodios, encuentros y otras evidencias como tuits, para construir un caso de que el presidente ha realizado un esfuerzo amplio para interferir en la investigación.