El presidente Obama anunció este martes un proyecto para construir el mapa del interior del cerebro humano, en busca de respuestas a los retos como la epilepsia, el autismo y el Alzheimer.
Obama ya había mencionado este proyecto durante su discurso anual sobre el estado de la nación en febrero.
El esfuerzo requerirá desarrollar nuevas herramientas que aún no están disponibles a los neurocientíficos, pero que se espera que eventualmente ayuden a tratar enfermedades como el Alzheimer y hasta las lesiones en el cerebro producidas por golpes.
La iniciativa, que los científicos involucrados llaman el proyecto del Mapa de Actividades Cerebrales, pero que oficialmente se conoce como Investigación del Cerebro a través de Neurotecnologías Innovadoras Avanzadas (BRAIN por su sigla en inglés) ha sido designada como el gran reto del siglo XXI del gobierno de Obama.
En BRAIN estarán involucradas tres agencias gubernamentales –el Instituto Nacional de Salud, la Agencia de Proyectos de Investigación de Defensa Avanzada y la Fundación Nacional de las Ciencias—así como instituciones privadas, incluyendo científicos de las universidades Rockefeller y Stanford.
El proyecto que en general ha sido recibido con gran entusiasmo, tiene también sus detractores. Donald Stein, un neurocirujano de la Universidad Emory en Atlanta es uno de ellos. “La premisa de mapear el cerebro entero es controversial”, asegura, a la vez que afirma que los cambios químicos en el cerebro no pueden ser mapeados con la tecnología actual que se está proponiendo.
“Creo que ese dinero sería mejor utilizado para, primero, averiguar lo que tenemos que medir y luego decidir los medios más apropiados para medirlos”, agregó Stein.
El proyecto comenzará el próximo año con un fondo de $100 millones de dólares.
Obama ya había mencionado este proyecto durante su discurso anual sobre el estado de la nación en febrero.
El esfuerzo requerirá desarrollar nuevas herramientas que aún no están disponibles a los neurocientíficos, pero que se espera que eventualmente ayuden a tratar enfermedades como el Alzheimer y hasta las lesiones en el cerebro producidas por golpes.
La iniciativa, que los científicos involucrados llaman el proyecto del Mapa de Actividades Cerebrales, pero que oficialmente se conoce como Investigación del Cerebro a través de Neurotecnologías Innovadoras Avanzadas (BRAIN por su sigla en inglés) ha sido designada como el gran reto del siglo XXI del gobierno de Obama.
En BRAIN estarán involucradas tres agencias gubernamentales –el Instituto Nacional de Salud, la Agencia de Proyectos de Investigación de Defensa Avanzada y la Fundación Nacional de las Ciencias—así como instituciones privadas, incluyendo científicos de las universidades Rockefeller y Stanford.
El proyecto que en general ha sido recibido con gran entusiasmo, tiene también sus detractores. Donald Stein, un neurocirujano de la Universidad Emory en Atlanta es uno de ellos. “La premisa de mapear el cerebro entero es controversial”, asegura, a la vez que afirma que los cambios químicos en el cerebro no pueden ser mapeados con la tecnología actual que se está proponiendo.
“Creo que ese dinero sería mejor utilizado para, primero, averiguar lo que tenemos que medir y luego decidir los medios más apropiados para medirlos”, agregó Stein.
El proyecto comenzará el próximo año con un fondo de $100 millones de dólares.